Hay problemas

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NARRA JUVIA

Ser besada por Natsu, se sentía tan bien. Sus labios tan suaves y perfectos.

Pero no.

Puse mis dos manos sobre su pecho empujándolo, y haciéndolo retroceder unos pasos—No quiero que me beses.

Me miro muy serio—¿Porque no?—creó él ya sabia la respuesta.

—Te dije que quiero terminar contigo.

—Y yo te dije que no quiero—me retó con su mirada. Es muy terco.

—¡No es algo que puedas decidir tu solo! Tu...—¿que sucedió?.

Él...él.. estaba besándome otra ves. Mi espalda choco con una pared de la catedral. Él sujeto mi cintura con una de sus manos, y la otra la enrolló con los dedos de mi mano, la que no estaba entre su pecho y él mío.

¿Porque él debía ser tan bueno en todo?

—Nat...su—dije entre jadeos. Él me calló intensificando él besó, aun más.

Pase como pude él brazo que no sujetaba por su pecho hasta llegar a su cuello, y lo atraje mas hacia mi, ¿si es que eso era posible?. Ya no aguantaba la necesidad de "él".

—Ju...vi.....Te....amo—tartamudeó. Dejo mis labios, y fue a mi cuello.

—¿Natsu?....

—¿Si?.

—Tambien te amo.

Se le escapó una linda risita. Yo no era tan fuerte, mucho menos con él.

Ya no besaba mi cuello, parecía ser que lo estaba oliendo. Dejo de agarrar mi mano, y también la paso por mi cintura. Ahora me abrazaba.

—Por favor, perdoname—rogó, dejando su cabeza entre mi pecho.

Me limite a acaricie su cabello.

—Por favor...

Agarre con ambas manos su barbilla, obligándolo a levantar la cabeza, y mirarme.

—Aun sigo molesta—le confesé, su rostro parecía confuso—vas a tener que ganarme otra ves—lo dije a modo de broma.

Él rió de nuevo—Haré lo que sea por ti.

Mis mejillas enrojecieron mucho, y empecé a reír. Junte su nariz y la mía—Besame.

—Como ordene, mi princesa.

Reí una ultima ves, antes de que él cumpliera mi pedido.

NARRA GRAY

Cuando llegamos al Gremio, todos recibieron muy bien a Lissana. Todos se alegraban de verla. Yo tenia cosas que hacer, así que la deje atrás.

—¿Laki, sabes donde esta Erza?.

—Hola Gray—la salude con la mano—Erza está en con él Maestro, arriba—señalo con su dedo él piso de arriba.

Asentí—Gracias.

Seguí él camino a las escaleras, él maestro salio de su oficina. Me acerque a él—Viejo ¿Erza estaba contigo?—señale la puerta por la que había salido.

Me dio una mirada triste—Creo que seria mejor que la dejes un rato sola.

¿Que? ¿Porque?

—¿A que te refieres? ¿Ella esta bien?.

Claro que esta bien, es Erza.

No dijo nada mas, solo paso a mi lado, y termino de bajar las escaleras.

Soy El Correcto (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora