El final del comienzo.

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Empecé a abrir mis ojos poco a poco, siendo él techo café, lo primero que veo. Mi cuerpo recostado sobre una cómoda cama, estaba muy cansado, por todo el ejercicio nocturno. Pude sentí un olor que me alteraba todos los nervios. Él olor de Natsu.

Los sucesos de la noche anterior, hacían a mis mejillas llenarse de un color rojo intenso, pero también me hacían recordaba la gran noche llena de placer que tuvimos.

Me escurrí entre las sábanas, hasta salir completamente de la cama, y quedar con los píes encima del suelo. Solté una risita tonta, al verlo durmiendo plácidamente, sin nada mas que una sábana, para tapar su desnudes.

Me aproximé, a su lado de la cama, y le plante un beso en los labios, él solo se quedo como una estatua. Pude ver mi ropa tirada por toda la habitación, y también la suya. Recogí cada prenda del suelo, me detuve un momento para doblar cada una, y en mi falda se encontré él collar que Natsu me obsequio ayer.

Lo saque con cuidado, me plante frente a su espejo, y hasta él momento recordaba que estaba sin ropa alguna. Agarre mi ropa interior y una camiseta de Natsu ¿no creo que se moleste si uso un rato lo suyo?. Me quedaba centímetros arriba de la rodilla, pero me sentaba bien.

Luego de dejar la ropa, que acababa de recoger del piso sobre él borde del colchón. Tome ambos extremos del collar, y empecé a colocarmelo. Amaba él azul, él collar era perfecto.

Tratando de causar él mínimo de ruido, salí de la habitación, yendo hasta la cocina. Estaba pensando en preparar él desayuno, aunque ¿Que podría hacer?. Revise las estanterías, y sólo encontré pan y huevos.

Me pregunto ¿Donde estará Happy-san?.

Sacando todo lo que había, inicie por unos huevos revueltos, luego pan tostado y un poco de café. No era mucho, pero era lo que encontré.

Coloque todo sobre la mesa cuidadosamente, quería que todo quedara perfecto para cuando él se despertara. Ya terminado todo, camine hasta el baño.

Arriba, cuando me vi en él espejo, pude notar la maraña que era mi cabello. Dentro encontré un cepillo para él cabello, reposando sobre él lavamanos, lo tomé y empecé por peinarme, sujete mi cabello en una cola alta, y pase jabón por toda mi cara, haciendo mucha espuma, eso seguro me quitara todo él cansancio.

Antes de salir también cepille mis dientes, por suerte un cepillo dental estaba empaquetado, así que lo tomé. Abrí la puerta para ir de vuelta al comedor y me topé con mi querido novio, que se encontraba un poco somnoliento, y solo vestía unos pantalones, dejando su pecho al aire libre. Paro al verme.

—Hola— le dije, saludándolo con la mano en lo alto de mi hombro.

Me dio una risa—Hola, veo que me abandonaste allá —dijo refiriéndose a su cuarto— para preparar un delicioso desayuno—señalo atrás suyo con la cabeza, donde a unos metros estaba la mesa con todo listo.

—Es para nosotros.

Se inclinó un poco para quedar a mi altura, ya que era bastante mas alto que yo, y me besó suave y lentamente.

—Voy al baño y en un momento te alcanzo—me dio otro beso y se adentro al baño.

Avance hasta sentarme en una de las sillas de la mesa, asegurando otra ves que todo este en orden. Unos minutos después, Natsu también se disponía a sentarse frente a mi—Él collar queda perfecto en ti, bebe—se acomodo en él asiento.

Me sonroje, y me alegre de que notara que lo llevaba encima—Gracias, es porque me lo diste tu.

Me levante de mi silla, y fui en su dirección para sentarme sobre sus piernas, enrrede mis manos por su cuello, y él paso sus brazos sobre mi cintura.

Soy El Correcto (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora