Te amo

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ADVERTENCIA: LEALO BAJO SU RESPONSABILIDAD

Pd: no digo nada mas, porque luego pierde él chiste :v

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—Juvia....yo...

—Dejame hablar a mi, por favor—Lo corte rápidamente.

No espere su respuesta, tome asiento en su sillón, porque sabia que lo que estaba apunto de decir, no iba a ser fácil.

—Natsu, quiero decirte lo que realmente siento, respecto a todo lo que ha pasado últimamente.

Él permaneció inmóvil frente a mi, su rostro se contrajo, y comenzó a tomar un color morado, se veía nervioso.

—En primer lugar: No me gusta que seas tan celoso, eso solo significa que no confías en mi—Mi voz fue disminuyendo al final—¿Sabes? aveces resulta adorable, pero otras veces suele....ser un poco fastidioso.

—Perdón—susurró.

—Tambien me disgusta que no me creas, cuando te digo que te amo, y que entre Gray-san y yo no hay nada—proseguí mirándolo. Me levante del sillón, acortando la mayoría de distancia entre nosotros, sin dejar sus ojos—Me duele mucho, porque se que debo dejarte libre. Solo estoy metiéndome en su relación—dije al borde de las lágrimas, refiriéndome a Lissana—y.....espero que sean felices juntos.

Ví su mueca de incredulidad —¡¿Pero que estas diciendo?!—me sujeto por los hombros.

No pude retener mas tiempo las lágrimas —¡Estoy dejándote libre! ¡Quiero que seas feliz! ¡¿No lo entiendes?!.

—¡Nunca te pedí que hicieras algo así!—me zarandeo. Yo lo amo, lo amo tanto. Tan solo quiero que no viva triste, que siempre sea una persona alegre, como lo es ahora, y se que si se queda conmigo, una mujer que lleva consigo la desgracia y tristeza, solo va a sufrir.

—¡Solo quiero tu felicidad!.

Moví mis hombros para librarme de sus manos, pero él solo hundió mas sus dedos en ellos.

—¡Escuchame! ¡Escuchame claramente!— me hizo retroceder y quedar sentada otra ves sobre su sillón café. Él se arrodilló, quedando entre mis piernas—"En primer lugar": lo de Lissana, es sólo un mal entendido, no tengo nada con ella, nosotros aclaramos las cosas, y le deje muy en claro, que.... la única mujer que permanecerá a mi lado, eres tu Juvia—me agarro la cara con sus dos manos—Mirame.

Obedecí—Eres muy terco—aun las lágrimas no cesaban.

Me mostró su enorme y blanca sonrisa—Se que soy un imbécil aveces—lo mire inquisitivamente—bueno.....casi siempre. Pero te amo, te amo tanto, tanto—De su bolsillo saco un hermoso colar azúl, y me lo extendió —Para ti— lo mire, estaba perfecto, mi corazón no cabía de la emoción.

—¿Donde lo conseguiste?

—El anciano del trabajo a pedido, me lo dio como recompensa. Te lo iba a obsequiar él día en que nos peleamos.

Me sentí un poco culpable, enseguida lo tome entre mis manos, y guarde en un bolsillo de mi falda. No quería perderlo.

Gracias a cada palabra, y acción suya, mi antigua determinación, se iba desvaneciendo, poco a poco—¿Tu.....no quieres estar con....ella?—pregunte. Él sostuvo mi cara nuevamente, ya sin tanto rastro de lágrimas, porque se había encargado de limpiarlas.

Hizo un movimiento negativo con la cabeza— Nop.... Tu eres la única dueña de mi corazón.

¿Como es que él podía sacar a flote, todas mis emociones?. Yo estaba muy feliz de escucharlo decir eso, de mi cara brotaron nuevamente lágrimas.

Soy El Correcto (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora