At the feet of the prince (Larry Stylinson)

19

Habían pasado ya algunos días desde que Anne había aparecido con Gemma a reclamar sus derechos por Harry. No había pasado demasiado, las cartas dejaron de llegar y él realmente se sentía aliviado por ello.

En ese momento exacto la familia Tomlinson había terminado de comer y Harry pues... Harry estaba bailando al ritmo de alguna melodía que había escuchado en la mañana. Moviendo sus caderas y dando pequeños saltitos, tareando y simplemente sintiendose libre. Había espuma esparcida por todos lados e incluso había mojado sus rizos y parte de su camisa.

Estaba totalmente ensimismado, pero pudo sentir aquél par de manos frías enredandose en su cintura. Pegó un salto hacia adelante y chilló al sentir el frio sobre su piel separandose de las manos ajenas. Se volteó, sabiendo perfectamente quien era, listo para darle un golpe. La carcajada de Louis lo dejó en pausa por un par de segundos porque él realmente amaba su risa. Claro que en cuestión de segundos su rostro se tornó furioso y golpeó el hombro de Louis con todas sus fuerzas.

-Eres un idiota.- Anunció volteando para tirar sus guantes fuera de sus manos. Claro que no pasó mucho antes de tener a Louis rodeandolo con sus brazos y repartiendo besos cortos en su cuello. El menor se retorció a causa de las cosquillas queriendo safarse de su agarre-. ¡Lou! ¡Sueltame!

Louis rió liberando a Harry de su agarre no sin antes dejar una pequeña mordida más que, estaba seguro, dejaría una marca. Harry se frotó la zona en su cuello frunciendo el ceño hacia Louis, en su mejor cara de reproche, pero así y todo la sonrisa de Louis no se iba, y él estaba a punto de preguntarle a que se debía el motivo de su felicidad pero ni siquiera pudo formular la oración cuando ya tenía los labios de Louis presionandose sobre los suyos, su mano posada en su nuca intentando juntarse más a él como si eso fuera posible.

-Tengo algo que contarte... Como habrás notado, en estos momentos reina el silencio...

Y no, de hecho, Harry no lo había notado hasta que Louis lo mencionó. Todo estaba demasiado tranquilo y no sabía nada de la reina o de las hermanas de Louis, no había sabido de la familia Tomlinson desde el almuerzo de hecho, y eso comenzaba a ponerlo nervioso.

-Uh, de hecho no lo había notado hasta que lo mencionaste ¿está todo bien? ¿Donde están tu madre y las niñas?-. Harry vió la sonrisa de Louis crecer y frunció el ceño hacia él dandole un golpecito en el hombro para que dejara de hacer eso.- ¡Basta Louis! Deja de hacerte el misterioso y dime qué es lo que ocurre.

-¡Ya! Es que... ¿Recuerdas ese viaje que he estado intentando evitar toda la semana? ¿Aquella visita aburrida a algunos reinos aliados para ver que todo esté en orden y a la que mi madre insistió en llevarnos a todos? Bueno pues logré librarme de ella diciendo que me encontraba un poco enfermo y que no había descansado bien en semanas, y alguna que otra mentira sobre cosas que hacer y no dejar al pueblo solo. Así que... Estaremos solos por los proximos 3 días, me han dejado a cargo del castillo así que podemos hacer literalmente lo que quieras.

Harry mordió sus labios rojizos ante la atenta mirada de Louis. Aprovechando de que no había nadie que pudiera verlos dió un paso más cerca de Louis enredando sus largos brazos en la nuca del mayor. Separó sus labios y simplemente habló tentativamente cerca de los labios del contrario.

-¿Lo que quiera?-. Sonrió al ver como Louis se tensaba bajo sus palabras. Enredó sus dedos en el corto cabello de Louis intentando formar rulitos en él. Escuchó como Louis tomaba una gran bocanada de aire probablemente resistiendo de avalanzarse contra él.- Es interesante porque lo que yo quiero... Es que canceles todas tus reuniones o cosas importantes y que nos encerremos en tu habitación como solemos hacer cuando todos están durmiendo.

Louis sabía que Harry estaba hablando de pasar el día juntos. Solo charlando y dandose besos melosos y alguna que otra caricia, siempre hacían eso cuando la madre de Louis estaba ocupada o fuera del castillo. Pero por alguna razón, algo en el interior de Louis se removió ante la inconciente insunuación del menor. Borrando toda idea incoherente de su cabeza tomó con fuerza la cintura de Harry levantandolo levemente del piso. Harry chilló aferrandose a los hombros de su novio con temor a caerse, tonto Harry. ¿Acaso no se había dado cuenta que Louis jamás lo dejaría caer?