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El rizado se removió entre las sabanas sintiendo un malestar envolvente, no sabía si tenía calor o frio, si estaba sudando o si estaba temblando... Pero por sobre todo, no tenía ni idea de donde estaba.

Como si las pestañas le pesaran una tonelada las batió lentamente hasta que consiguió abrir sus ojos, aunque tardo unos segundos en adaptarse a la luz cuando al fin lo logró pudo distinguir como Fizzy se acercaba hacia él con una sonrisa y una fuente con agua que contenía un pañuelo en remojo.

-¡Al fin Harry! ¡No sabes lo preocupados que estabamos!

La joven procedió a escurrir la cantidad de agua sobrante que había en el trozo de tela antes de depositarlo sobre la frente de Harry sin ningun permiso alguno. Harry ronroneó de gusto al sentir como la frialdad del pañuelo hacia contraste con su piel calmandole casi de ibmediato el dolor de cabeza y bajando un poco su temperatura.

-¿Q-que sucedió? ¿donde est...? ¿donde estoy?

Antes de que Fizzy pudiera si quiera decir algo la puerta se cerró detrás de ellos haciendo que ambos voltearan. La menor sonrió antes de voltearse de nuevo hacia Harry subiendo y bajando las cejas con diversion. Por el filo de la mirada logró ver a un Louis bastante preocupado acercarse a la cama en la que Harry se encontraba tendido.

-Yo me encargo, Fizzy, ¿Quieres dejarnos un momento a solas?

El principe demandó haciendo que su hermana practicamente saliera corriendo de la habitación. No sin antes, claro dejar un sonoro beso en la mejilla de Harry y un "¡que te mejores pronto!". Unos segundos despues de que la puerta se cerrara sintió el peso de Louis hundirse en la cama. Y fue entonces cuando se permitió mirar al rededor.

-Sí-. Louis contestó la duda que se estaba formando en su cabeza-. Estas en mi habitación...

Las mejillas de Harry estaban rojas y ardian, pero él no estaba seguro si se debía al malestar o a la precencia de Louis. Suspiró intentando calmarse para poder formular otra pregunta

-¿Que sucedió? Hasta donde recuerdo estabamos en la biblioteca y luego salimos a jugar en la lluvia pero... ya... no...

Tuvo que hacer una pausa en su oración para poder estornudar. La cabeza se le partía en dos y cada vez sentia el cuerpo más caliente.

-Pues, ahí tienes tu respuesta, rizos... Estas atravesando una gripe. No vas a morir ¿si? Tranquilo, Felicité y yo te estuvimos cuidando toda la tarde hasta que despertaste...

Louis miró hacia atras un momento asegurandose de que no hubiera nadie escondido, posó entonces su mano sobre el paño humedo acomodandolo mejor sobre la frente del menor, corrió los rizos mojados que le estorbaban aprovechando para regalarle una pequeña caricia que hizo que el ojiverde cerrara sus ojos e inclinara la cabeza buscando más de ese suave y delicado toque que hacía que el fuego de su cabeza disminuyera cada vez más. El mayor sonrió de lado concediendole un poco más antes de retirar su mano.

-¡Vaya resistencia tienes eh!-. Bromeó Louis haciendo que el rizado frunciera el ceño sin entender a que hacía referencia-. ¡Te pido ser mi novio y te desmayas!

Harry abrió sus ojos de manera exagerada y por poco pega un salto de la cama de no ser porque Louis lo acomodó nuevamente sobre el respaldo de la cama y el monton de almohadas.

-Ya sé que fué una locura ¿si? Despreocupate, fue cosa del momento... Pero si quiero que vayas a ese baile ¿me oiste? Acompañante o no bailaré contigo.

El menor suspiro antes de extender los brazos hacia Louis buscando un abrazo. Éste sonrió y se inclinó apoyando su cabeza en el pecho de Harry unos momentos cerrando sus ojos y disfrutando la cercania.

At the feet of the prince (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora