At the feet of the prince (Larry Stylinson)

Epílogo

N/A: buENO les dejo en multimedia lo que es en mi opinión personal una de las mejores performances de glee y nO ME JUZGUEN ok, es la mejor serie del mundo no la puedo soltar y no quería otra canción, besos 🥰

Lo tenían todo planeado, absolutamente todo. Habían conseguido dinero para unos cuantos días. Consiguieron alojo, consiguieron moverse seguros sin que hicieran preguntas. Consiguieron su medio de transporte, un barco un poco pobre… Pero discreto. Partirían hacia Gecia, pues Louis sabía que éste era el único lugar dónde estarían seguros. O eso es lo que querían creer… Al menos nadie los buscaría por allí.

Eran las 4 de la mañana de un Jueves cuando Louis corrió hasta la habitación de Harry para decirle que era momento de partir. Que estarían bien, pero que debían ser rápidos. Y así fue, dejaron todo exactamente donde lo habían dejado, Louis besó a sus hermanas y dejó una carta para Fizzy explicándole todo con la mínima cantidad de detalles posibles, una despedida, una disculpa y una aclaración de que no compartiera la carta con nadie. Ninguno de los empleados del palacio iba a decir nada, pues Louis les había dejado a cada uno una buena cantidad de dinero y un agradecimiento por todos sus años de servicio. Sin nada más que recoger, Harry y Louis partieron. Nadie despertó al resto de los Tomlinson esa mañana, y nadie notó la ausencia de ambos dos hasta horas más tarde, incluso tardaron días en darse cuenta de que habían escapado juntos.

Harry sonreía mientras junto con Louis apreciaba el amanecer. Las estrellas se iban dispersando, la mitad del cielo estaba tomando un color anaranjado que se mezclaba con la mitad azul, creando una fusión de colores casi mágica. Cada vez había más luz sobre el camino y sobre sus rostros. Ambos estaban cansados pero ninguno quería dormir aún, llevaban el día entero viajando pero había sido un día maravilloso. Se la pasaron haciendo planes, imaginando como sería el poder salir a la calle y no ser acosados por las miradas de la gente simplemente porque el Rey salía de su palacio. Nadie los juzgaría por no estar casados, nadie sabría nada de su pasado. Sólo ellos, nadie más.

Los dedos de Louis se cerraban sobre los de Harry, entrelazándolos y de vez en cuando soltando suspiros de alivio, de felicidad. Por primera vez en años, Louis sentía que podía ser finalmente él mismo, sin tener que dar ninguna imagen externa, ningún falso perfil para la gente de a alta sociedad. Era feliz de estar allí junto con Harry yendo juntos a un nuevo comienzo, a una vida completamente distinta a la que se habían acostumbrado. Tendrían trabajos normales, de una vez por todas, la misma cantidad de dinero y la misma posición social, eso ya no sería un obstáculo. Harry estaba emocionado por conocer Grecia. Él sabía que todo sería TAN diferente y tan bello a su vez. Sólo esperaba poder entender los libros que consiguiera.

Por fin, aquél maravilloso día terminó cuando ambos cerraron sus ojos acurrucándose y simplemente entregándose a los brazos del poderoso Morfeo.
La próxima vez que abrieron los ojos ya estaban a medio camino, solo un barco y un par de trenes cuando estuvieran más cerca, pero al menos ya habían salido de Inglaterra

X X X

Pasaron meses hasta que por fin pudieron instalarse en una pequeña casa en el norte de Grecia. Harry estaba feliz. Y Louis, por primera vez en mucho tiempo sentía un peso mucho más ligero en sus hombros. Ya no tenía la corona ni las riquezas, pero las tierras que pudieron vender y un poco de dinero que había ahorrado los sacaron del apuro por ahora. Louis ya sabía que al poco tiempo de estar instalados tendría que trabajar como todo el mundo, pero eso no le molestaba.

Sentado en el marco de la ventana que cumplía la función de balcón sonrió al ver a Harry acomodar las flores del jardín que habían construído entre los dos.  Harry estaba relajado, realmente vivía sin preocupaciones. Se levantaba cuando quería, arreglaba la casa por diversión y luego él y Louis se acostaban en el cesped por horas observando el atardecer y hablando de sus ambiciones. No tenían muchas, pero las iban construyendo juntos.