La almirante Nishikino

Capítulo 19: pensamiento y corazón

El anochecer se había hecho presente en todo el país de Japón y con ello los pesados, y agotadores entrenamientos habían sedado para los voluntarios a cadetes, tripulantes, capitanes, cabos, marinos, comandos, todo clase de clasificación que perteneciera al ejercicio del país, después de un arduo día  de trabajo, hombres y mujeres descansaban en sus respectivos camarotes, divisiones hechas para que ambos géneros no interactúen entre si ya que esa era una regla fundamental de la armada o cualquier otra organización con fines de lucro, objetivo principal eliminar sin importar que al enemigo causante del sufrimiento y destrucción de gente nativa, sin embargo esto no detendría los planes preparados, tarde o temprano la invasión del terror Coreano acabaría y Japón por.fin sería libre, libre de asesinos, libres de sufrimiento, libres de dolor, libres por fin serían libre, la fe y la esperanza estaba en manos de varios hombres listados en diferentes puestos y académicas militares y sobre todo en los reclutas más jóvenes de la armada.

O al menos eso piensa la gente de Japón pero...

"Nee Kotori-chan, es hora de dormir donde estabas?"

Llevaba un buen rato pérdida en mis pensamientos, sobre todo si sería posible liberarnos de estar terrible, desastrosa guerra que no deja de atormentados cada segundo que pasa.

Estaba dando una vuelta Anju-chan...- mis palabras sonaban seguras pero el solo pensar que puedo perder a alguien por liberar a mi país, todo habrá sido en vano no valdría la pena vivir si no tienes con quien compartirlo...

"Me tenias preocupada Kotori-chan, en especial si Kurosawa-san está por aquí".-mi amiga se mostraba molesta por el cambio injusto del General hacía nosotras, no es como que lo hayamos pedido esto pero me sentía mucho mejor cuando mi almirante estaba conmigo.

No debes preocuparte Anju-chan, Kurosawa-san no es tan mala después de todo.- le sonreí a mi molesta y poco felíz amiga.

"Pero...yo quiero a mi Ere-chan aquí conmigo".- replicaba el cambio, pues en su rostro se formaba un puchero de lástima.

Vamos Anju-chan... de seguro volverán para cuándo hayan teminado hehe~.- estaba de acuerdo con mi amiga y compañera de tropa, pero nosotras no éramos más que unas cadetes simples y debíamos aceptar cualquier cosa que se nos presente, estabamos más que conscientes que lograr que alguien de un prestigioso cargo se enamorara a simple vista de alguna de nosotras.

Aunque se nos haga difícil todas decidimos que no nos daríamos por vencidas fácilmente o al menos eso pienso yo, haré que te enamores de mi...Umi-chan… mis pensamientos ya no me pertenecían ya que era ella quién los invadía a cada segundo que pasaba, su sonrisa, su madurez, su forma de ser, sus ojos, sus labios, sus...

"Kotori-chan...?".- abruptamente mis pensamientos eran interrumpidos por segunda vez en la noche, mi amiga nuevamente me dirigía la palabra.

S-sucede algo.- mi voz titubeo un poco, al responderle.

"Te estaba diciendo que odio a Kurosawa-san...acaso no escuchaste!".- mi cobriza amiga nuevamente reciminaba mis acciones.

B...bueno pie-...

"Ella no la escuchó Yuuki-san pero yo si puede hacerlo".- la voz a nuestras espaldas nos dejó sin habla sentí como además se helaba mi sangre cuando la escuché.

"K-Kurosawa-san..."- pronunció mi amiga, temerosa y llena de miedo.

"Vaya, se supone que deberían estar en sus camarotes ya".- las palabras de Kurosawa-san sonaban tan serenas, tranquilas, relajantes ante cualquiera que las escuchará, no pude evitar que mis ojos se fijarán en los suyos, daba gracias a Dios que ella miraba más a Anju-chan que a mi, no podía evitar despegar mi visión de esos Aquas que simplemente se veían elegantes con el brillo de la luna.