La almirante Nishikino

Capítulo 30

"Yo cuidare de mamá, Arisa y papá!"

"Esa es mi pequeña, toda una Ayase!"

Aún siendo el calor y fuerza de los brazos de mi padre rodeando mi pequeño cuerpo en una cálido abrazo.

Ese día que creí era una de los más maravillosos que podía estar viviendo  no se convirtió en más que un campo  cubierto por una manta de color carmín, donde niños, niñas, abuelos, padres y animales corrían por su salvar su  vida  en un inútil intendo.

"Todo estará bien cariño, mamá te quiere...s-solo cierra tus ojitos…"- esas palabras fueron más que suficientes para entrar en calma, apesar de que los miles de gritos y llantos que se  escuchaban a  nuestro alrededor.

Hacía  que simplemente todo ese caos se silenciara con completa exactitud, todo era lleno de silencio y como si de cámara lenta se tratase aquel ataque, una a una de las personas que conocía y apreciaba iban cayendo, sangre... varios litros de ella pintaban las calles.

"Hija...recuerda!- podía notar su pánico-...los Ayase somos personas con carácter fuerte y capaces de todo-se suaviso, podía definir miedo a ver que al igual que mamá, papá derramaba pequeñas gotas  cristalinas de sus ojos.

Apreté mis puños contra mis rodillas nuevamente, intento reprimir cualquier sentimiento  de tristeza o emoción que se formará en mi rostro.

No quería llorar, no quería, me ahogue al intentar dejar escarpar un grito de frustración al igual que todos, pero quería demostrarles a mis padres y a mi pequeña hermana que no paraba de llorar por los fuertes explosivos y gritos lamentables de las personas, que podía protegerlos a pesar de ser una niña de cinco años, pero nuevamente recordaba... ¿Que haría alguien tan pequeña como yo, en éste mundo tan inmenso...?

Nuevamente la cámara lenta se activó, abracé  la pierna de mi madre a la vez que mi padre nos abrazaba a todas nosotras, sus brazos temblaban, pero sus ojos reflejaban valentía.

Un hombre... del Ejército norcoreano, apuntaba a mi padre hacía la cabeza...

"Corran!..."- gritó con fuerza mientras forcejeaba con aquel hombre, empecé a correr, esperando a que mi mamá con mi hermana me siguieran, sin embargo nunca pasó, mi mamá nunca se separó de mi padre, en lugar de ello me entro a mi hermana, torpemente la cargué, a la vez que con dulces gestos nos dedicó unas palabras.

"Protege a tu hermana Eli...mamá las quiere, papá las quiere... ambos las amamos  nunca olviden eso, fueron nuestro mejor regalo"- nos brindo aquel dulce gesto que toda madre le brindaria a sus hijos, un beso en la frente...

BANG!

Ese ruido, ese enorme estruendo resono en los oídos de mi madre, hermana y los mios, ambas observamos en dirección a dónde mi padre se encontraba, cámara lenta otra vez, mis ojos no hacían más que grabar todo eso en aquel modo, mi papá caía de rodillas hacía el piso, a la vez que un charco de sangre se formaba a su alrededor, estaba aterrada pero ni gritos ni lágrimas salían de mi.

"Papá las ama Arisa, Eli... chan"- susurro al caer al suelo.

"Maldito!"-  grito mi madre, llena de coraje- "corran! Vete Eli!"

No sabía que hacer, quería correr  pero mis piernas no respondía  parecía como si  las raíces me hubieran amarrado contra ellas.

¿Porque nos atacan, nosotros no somos el enemigo de ellos...? Fue mi inútil pregunta, antes de escuchar como mi madre volvía a gritar.