Capítulo 29

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Gracias...- dije saliendo de un pequeño kiosko donde nos proporcionaban de medicamentos.

Ahh...-dejé soltar un respiró cansado de mis labios, el día de hoy fue algo pesado, Erena y Honoka realmente se pasaron con el entrenamiento.

El día había pasado de forma rápida, en este momento eran las seis de la tarde, los últimos rayos del sol tomaban forma en el cielo y los faros de la cátedra empezaban aprenderse.

Demonios, espero y siga en la habitación...- hablé conmigo misma. Empezaba a caminar rumbo a la base hasta que una pequeña niña choco contra mi.

"Discúlpenos....- fueron sus palabras algo tímidas.-no fue nuestra intención Nishikino-san...".- una niña no muy lejos de los doce años junto con otra chica de cabellera castaña al parecer de la misma edad se reverenciaban frente a mi.

"Yukiho-chan, dije que tuvieras cuidado".- la niña de cabellera rubia más clara que la de Eli, regañaba a su amiga por su comportamiento.

"Lo siento Arisa-chan..."- la chica se disculpaba algo nerviosa.

Tengan más cuidado quieren.- hablé indiferente a las dos niñas, sin dejarlas de ver.

Ellas en respuesta solo asitieron, sonrieron y se fueron.
Era la segunda vez que las veía en este pueblo, me parecía extraño que esas niñas habían aparecido por aquí casi a menudo, por un momento llegue a pensar que quizás son las hermanas de Eli y Honoka, sus similitudes son casi iguales, pero Eli y Honoka habían dicho que todos los miembros de su familia habían muerto en uno de los ataques del enemigo.
Así que esa realidad estaba muy lejos de ser cierta.

Nuevamente empecé a caminar en dirección a la base, venía pensando en cosas triviales hasta que esa linda sonrisa tomaba forma en mi pensamiento.

Nose cuándo ni en que momento fue que había dejado de caminar, el solo pensar en ella, todos mis sentidos se desactivaron por completo, sus ojos, su rostro, su cuerpo, sus cambios y ego de super chica, cada día que pasaba me atrapaban en un círculo vicioso del cuál no querer salir de el.

Demonios...-suspiraba por tercera vez en el día de hoy- va a matarme...

"Quién va a matarte...pequeña fiera".- la voz de mi hermana y su típica sonrisa molesta hablaban a mis espaldas.

Eso no te incumbe, Erena, déjame en paz.- respondí indiferente a mi hermana.

"Oh vamos, llevas hablando sola desde la cátedra".- mi rostro se puso de color rojo al verme descubierta.

C-como demonios sabes eso!.- dije en tono molesto.

"No hace falta saberlo me lo acabas de decir"- nuevamente su sonrisa se burlaba de mi.

No... no es nada importante.- dije posando mis ojos en cualquier otra dirección.

"Al parecer Yazawa-san, te tiene ocupada no?".- no se cuantas veces me eh sonrojado por cada vez que escucho su apellido, automáticamente su sonrisa, su rostro se forman dentro de mi mente, dejándome completamente desarmada ante cualquiera.

Dije que no es nada importante, además esa pequeña chica es una egocéntrica mal educada, como alguien como ella podría mantenerme ocupada".- era mentira, cada palabra recién dicha era mentira, me encantaba todo de ella, me gusta cada vez que se elogia a si misma, cada que sonríe estando con sus amigas, sus caras raras cuando hace ejercicio.
Podía sentir nuevamente como mi sangre se subía a mis mejillas, justo ahora me ruborize de solo imaginarla riendo.

La almirante NishikinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora