Mar color dorado es tu cabello, cuando tus labios besan, la suavidad se hace absoluta y el cosmos impregna en el espacio un nuevo significado para ello. Diosa Ceres, permíteme fumar un cigarro contigo, antes de que mi boleto hacia la nada se esfume, como lo hará toda la azúcar que imaginaras en este momento. Cuerpo infinito alumbrado por una luz roja, se rasga mi carne solo con una respiración tuya y mi sudor cae sobre ella haciéndola arder cada vez más, mientras parpadeo. Inocencia eterna, delicadeza al caminar, piel blanca y labios sensuales. Tu risa retumba a esta hora de la noche pero se detiene siempre que te miro a los ojos. Tu baile es hipnótico, sudas magnetismo y no puedo evitar caer en el. Busca una nave espacial, huye de este planeta, manda una señal de aliento, para volver a soñar que soy tu sacrificio y que en cualquier momento volverás a abducirme y a sentir que cada abrazo tuyo es como desdoblarse y abandonar la existencia misma en ese instante. Espero que cuando regreses el suelo tiemble cuando te acerques a mí, y que automáticamente todo a tu al rededor se renueve y sea místico para estar a la altura de tu indiscutible belleza, poniendolos a todos bajo tu hechizo Alienígena. Yo fui la primera en descubrir que no eras de este mundo, te regale un libro para que encontraras tu lugar en el firmamento pero nunca te diste cuenta que la oscuridad del espacio solo estaba en tinieblas para iluminarse cuando te encontrases a ti misma. Gracias por permitir quererte hasta el cansancio, hasta la madrugada y hasta que la ciudad amurallada nos dividiera a cada una por su camino. Espero que un día no muy lejano vuelva a dejar mi olor sobre tu ropa y no sea mi buso negro sin vida el que te susurre chistes dentro del cajón de la ropa.
Te quiero Alien.
Viejo escrito de amor~
