Deidad del sudor.

18 2 0
                                    

Contemplo en el espejo mi joven y fatigado cuerpo, mi short agonizante implora porque ni una gota más de sudor caiga sobre el, mientras mi cabello se adhiere abrazándome por la espalda.
Mis costillas desnudas son lo único vivido en esta habitación, es lo único que logra extinguir por unos segundos el eco de no haber puesto música y evitar que me quedase hablando conmigo misma. El sonido chillante de una de las esquinas de mi habitación me hace salir de mi trance, para super ponerme en mi colchón que rápidamente humedezco con mi cuerpo... cierro los ojos y escucho como mi corazón retumba en mi interior, pero una brisa agresiva se mete por mi ventana y perturba mi descanso; la habitación  se impregna con una atmósfera de aquelarre ya más que conocida. Me iré, antes que me quede junto a ella y desee no volver a salir.

Tartamudo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora