Ilusión mesiánica.

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El cielo se pinto de oscuridad, regalando a la ciudad colonial una atmósfera pesada de humedad, en la que los charcos alcanzan tal grado de añejamiento que no desprenden el olor a moho si no a pintura. Mil barricadas proféticas a mi al rededor, obstaculizando mi destino a millones de años luz;mientras caminaba, por mi cabeza cruzaban pensamientos cada vez mas blasfemos. Cruzo con rapidez una esquina y mi cabello hiere al viento de un solo movimiento, introduciendo con suavidad el olor a Malboro rojo por mi nariz, haciendo que me detenga justo al frente de la que parecería la diosa Ceres, preparándose para la abducción que la llevaría fuera de este insignificante planeta. Antes de que ella alce la mirada ya no estaré mas para admirarla. Me perdí y en los callejones atrapados en el tiempo retumban los ecos de un vertebrado e ir detrás de ella me adormece la mente y solo levito magneticamente hacia ello. Finalmente allí esta, cobijada por una gran luz blanca que si no es por mi cabello que se introduce en mis ojos, creería que estoy siendo parte de el  trance mas psicodélico de todos. Sobre todo porque puedo ver el pasado cada vez que miro hacia las esquinas. El ave muestra sus alas y me besa justo en la comisura de los labios al despedirse. 

 El suelo se agrieta, como los agujeros en donde están los charcos con olor a pintura... eso hace reír a la doncella y mi camino se hace mas corto; las barricadas me parecen tan ficticias que caen con solo recordar mis pensamientos herejes. Ella ríe a lo lejos y sus labios rojos son lo primero que se distingue al acercarme. ella plasma su arte en el papel, pero ella no sabe que reencarna al propio arte, coloreando cualquier escenario remoto, volviendo lo naturalmente hermoso algo irreal y platónico. Como ella. Espero poder sentir el sabor azucarado del maíz desbordando mi boca, por lo menos antes de que el sol toque mi ventana y me despierte con su reflejo.

Tartamudo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora