C.00

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La época de apareamiento había empezado, cuando se cumplía mayoría de edad, siendo a los 18 años, los alfas empezaban a cortejar a los omegas y los omegas se dejaban querer, si no gustaba del alfa, podían rechazarlo como era debido. Así que era una época bastante ajetreada por el día y por la noche bastante silenciosa, donde los nuevos amantes se daban mucho cariños.

Bueno, parecía que todo el mundo lo estaba haciendo, excepto Kim Seokjin, que a pesar de buscar un omega, muchos ya lo habían rechazado por su carácter bastante extrovertido y espontaneo, se supone que un alfa debía ser serio, rudo y no bastante juguetón como aquel pelo azabache era. Siempre hacía cosas bastante raras para los ojos de los alumnos de aquella universidad. Incluso tacharlo de loco, era algo poco por así decirlo.

El alfa era un hombre bastante atractivo, alto, de hombros anchos, buen rostro, comenzando con sus perfectos y gruesos labios. E incluso sus medidas de cuerpo estaban hecho a la perfección, Kim Seokjin agradecía a su preciosa mamá por haberle generado tales genes, el sabía que era guapo; pero no comprendía porque ningún omega quería ser cortejado por él.

Habían pasado una semana desde la época de parejas y él estaba sentado en medio del pasillo, impidiendo el paso de algunos mientras tenía en sus manos una página impresa, con todos los nombres y fotos de quienes eran omegas y posibles candidatos—¡Argh!­—gritó con todo bufando en bajo para tachar otro rostro—Es el número cuarenta...Mami decía que la tercera es la vencida. Te he fallado progenitora mía—chilló poniéndose la mano en el pecho para golpearse con gran pena mientras unos solo le miraban de pie a cabeza y trataban de pasar de largo.

No había que cruzar miradas con el alfa loco de la universidad.

Jin miró a los lados, iba a ir por el omega número 45, se rascó la cabeza, mirando a los lados. Se levantó con su maleta para empezar a caminar por el pasillo, apresurando los pasos y buscando el salón donde se supone que se encontraría aquel nuevo omega. El buscaría una pareja a como dé lugar.



Mientras tanto en un comedor, un omega peli naranja, se encontraba saboreando una paleta que recién había comprado, era un día miércoles, por lo cual era su tan especial día al cual nombraba "Paletita a mí" uno de sus amigos, se sentó frente a él, con la bandeja de comida y parecía querer ocultarse de algo o alguien.

—¿Ves ese alfa que esta allí?—habló su amigo de cabello gris y ojos celestes señalando con disimulo, haciendo un gesto con sus labios—está siguiéndome desde hace dos días.

—¿Alf-...—Hoseok miró con disimulo sobre su hombre, viendo a un chico de cabellos blancos, vestido con pantalones negros pegados, botines y una chaqueta de cuero, todo en sí era color negro, exceptuando su color de piel que era muy clara y su cabello celeste—¿Min Yoongi?–habló sorprendido el peli naranja enarcando ambas cejas.

—¿Así se llama?—preguntó su amigo frunciendo el ceño—yo no me quiero meter con un Min, sabes como son esa manada—chilló su amigo cubriendo su lado izquierdo del rostro para empezar a comer—Tienen una mala reputación. Yo soy un niño de bien...y el es un maleante—Taehyung, su compañero de curso de ese día, contempló de nuevo aquel hombre—además, tiene cara de que me va partir en dos en la cama—chilló de nuevo lleno de miedo.

—¿No has permitido que te corteje?

—¿Qué? Ni siquiera me permitió hablar, llegó a mi salón y lo primero que dijo fue: "Estás en la mira, muchacho"—comentó haciendo un gesto con sus manos.

—Me parece interesante—comentó sonriendo su amigo con demasiada tranquilidad.

Jung Hoseok era un hombre bastante calmado, dulce y cariñoso con sus amigos, familia y gente cercana; pero a los que no eran de su circulo, prefería no confiar a la primera. Era bastante tímido en ciertas cosas, por ejemplo a la hora de hablar con un alfa, no es que les tuviera pavor, era el hecho que sus mejillas se sonrojaban demasiado cuando veía uno, sintiéndose avergonzado ante aquella reacción tan rápida de su cuerpo, muchas veces terminaban mal interpretando aquello. Su mami decía que era por el hecho de ser más sensible al aroma de un alfa, ella decía que era bueno, así podía saber como hacer feliz a su propio alfa sin que este le dijera.

2SEOK || Yolo Yolo Yo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora