Hoseok fue acostado en la cama con mucho cuidado. Su pecho subía y bajaba, la respiración agitada, su cuerpo caliente, sobre todo concentrándose en esa parte baja, creando que se mojara, su lubricante debía ser un caos seguramente y ese hecho lo hacía avergonzarse mucho más. Él siempre había usado sus supresores, jamás había experimentado el deseo de sexo de forma tan fuerte y la lujuria en su máximo esplendor.
El omega soltó un leve chillido, quejoso. Contemplando con sus dilatadas pupilas al ese alfa de cabello azabache, que se movía de un lado a otro, conversando con sí mismo. Jin parecía haber entrado en un momento de locura.
—Tranquilo, tranquilo, no es la gran cosa...puedes hacerlo, puedes hac-...—Jin contempló de un solo a Hoseok, tragando duro—Mami, mami—chilló un poco nervioso—. Juro que imaginé muchas veces este momento; pero ahora parece irreal. No sabes cuanta veces te hice el amor mentalmente—Hoseok se petrifico al escuchar aquello, Jin casi se derrite por las mejillas rojas ajenas, que solo era producto del celo. Si era el omega más hermoso que había encontrado.
Debía ser fuerte, aunque sus nervios lo hicieron flaquear, por lo que se entregó una bofetada—¡Control, control! —hizo una pausa—¡No, no puedes controlarte, es tú momento de brillar!
—Alfa...
Jin se subió a la cama, apretando los labios, sus pies parecían gelatina. Tragó saliva con dificultad, acercando su rostro al ajeno, queriendo dar un beso en esos labios. Cuando Hoseok sintió la mano sobre su rostro, soltó un chillido, sintiendo un miedo interior, su mano se dirigió al rostro de Jin; pero ahora el mayor fue más astuto y la detuvo.
—¡Ja, toma esa! ¡Ya no puedes contra mí-...—la otra mano libre se encargó de abofetear su mejilla ajena—o tal vez sí...—apretó los labios, un tanto pensativo—iba a bañarnos primero, para estar más frescos; pero dada por la situación, eso no se podrá.
El alfa abrió la gaveta de la mesa de noche, sacando una bolsa y dentro de ellas, habían unas esposas. Los ojos de Hoseok se nublaron, el lobo del omega gruño ante aquello, estaba queriendo defender ¡No iba dejar que ningún alfa lo hiciera suyo!
El lobo no quería sufrir, no quería que le hicieran daño, así como vio a su mami sufrir, no deseaba pasar por la misma situación. Ese alfa podría solo quererlo para el momento y después lo dejaría. El lobo de Hoseok no deseaba quedarse solo y llorando. Jin tomó ambas manos y las amarró con la esposa, acomodándolas encima de la cabeza. Sonrió orgulloso.
¡No más cachetadas!
—Lo siento que tenga que recurrir a esto—comentó empezando a quitarse la camisa. Hoseok se ruborizó al ver el pecho desnudo del alfa y sus hombros anchos, sus mejillas tomaron leves capas de color rojizo. Pero su lobo no parecía pensar lo mismo.
—Acércate...un poquito—dijo socarrón el lobo de Hoseok y casi canturreando—dame un besito.
—¡Ya nos vamos entendiendo!—habló un alegre SeokJin acercándose al rostro de nuevo—¡No sabes las ganas que tenía de darte besos!—sonrió espléndido.
Jin tocó los labios ajenos, sintiendo lo tibio de estos y un poco del calor que enmendó el cuerpo ajeno. Su cuerpo se excitó ante el aroma dulce, queriendo sentir más hasta que una patada en el ingle del alfa se hizo presente. Jin se quejó del dolor, haciendo puño su mano y respirando con profundidad, soltó un gran chillido, miró de un solo al omega, que sonrió divertido, soltando una leve carcajada.
El lobo de Hoseok había hecho presencia.
—Eres una cosa hecha del demonio—chilló Jin. Los ojitos de Hoseok se volvieron acuosos y su sonrisa desapareció—¡No, pero así me gustas! no llores...no quise decirlo...
ESTÁS LEYENDO
2SEOK || Yolo Yolo Yo!
Fanfiction-¡Yo, Kim Seokjin, te elijo a ti, vamos a aparearnos!-gritó aquel alfa de cabellos oscuros subiéndose sobre la mesa del comedor mientras señalaba a un peli naranja. Jung Hoseok dejó caer su paleta de caramelo y todos sus ojos se posaron sobre él. El...