Capitulo 11: Regalos

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Narro yo

Kaito volo directo hacia su casa y entro por la ventana de su balcón. Sin revisar que no hubiera nadie, entro directamente en el cuarto secreto de Kid. Dejo el traje, los artículos de mágia y la gema recién robada con las otras.

Kaito estaba un poco ansioso por ver si algo sucederia, ya que el era el nuevo dueño de la gema y por ende recibiría el poder, bendición o maldición que la gema trajese consigo. Luego de este repentino pensamiento salio del cuarto, se recostó en la cama y se quedo dormido.

A la mañana siguiente Kaito se desperto antes de que Aoko lo llamara. Kaito estaba aturdido por alguna razon, se levanto lentamente, se sentó en el borde de la cama y se frotó los ojos.

- Ahgg, mi cabeza... - Decía Kaito adolorido - ¿Que me pasa? - se preguntaba

- ¡Kaito! -empezó a gritarle Aoko desde la ventana

Kaito se levanta mareado de la cama, se dirige al balcón y ve a Aoko con una mirada fría e intimante.

- ¡Kaito!, al fin despiertas el desayuno esta... - le decía Aoko hasta que fue interrumpida por Kaito

- ¡Tienes que gritar tan fuerte! - le respondió Kaito muy aturdido

- Perdón Kaito, ¿Te pasa algo? - le dice Aoko apenada y preocupada por el.

- Creo que me golpee la cabeza - dice Kaito entre dientes - Me duele - le dice a Aoko

- Voy para allá - contesta Aoko entrando a la casa inmediatamente

Kaito también entra, se vuelve a sentar en la cama y abre su cajón para buscar una pastilla que le quite el dolor. Se sorprende al ver en su cajón una reluciente caja en forma de hexagono de color rojizo.

Kaito toma la caja y la abre, dentro estaban dos objetos; una tarjeta de color verde esmeralda con toques dorados y un pedazo de papel con algo escrito, este último decía:

- Felicidades, usted se a vuelto poseedor de "La piedra de la Fortuna". Debe saber que esta piedra esta encantada, el que sea el dueño tendrá ciertas ventajas sobre los demás:
• Sera acreedor de la fortuna de la fortuna de la gema, para esto se le ha dado una tarjeta de credito
• Salud, el portador podrá evitar todo tipo de enfermedad
• Un avión privado para usted solo

La lista de beneficios de la gema seguía y seguía, aparentemente er todo lo que un millonario deseaba. Kaito trato de no cegarse con todo lo que le daba la gema y pensó en una manera de usar el dinero y los beneficios sin que se volviera presumido.

Después de un rato Aoko toco a la puerta de su casa, tenia el desayuno en dos pequeños topers que había traído de su casa.

- Ya lleve - le dijo Aoko con una sonrisa

Kaito no lo pensó y simplemente la toma de los hombros, se acerco a ella y le dio un cálido abrazo. Aoko respondió sonrojandose, ella estaba con la comida en las manos y Kaito seguí en pijama, todo despeinado y medio dormido.

- Ka.. Kaito, ¿Que haces? - le decía Aoko tartamudeando, pues ella no quería que el se separara

- Mmm... ¡Lo siento! - dice Kaito separándose rápidamente - Perdona, solo actúe - dice apenado

- Mjj, esta bien, te traje el desayuno - dice Aoko sonriendole tiernamente, aunque ella sabia que seguía toda roja.

Kaito se sentó en la mesa de su pequeña sala y abrió el desayuno; Aoko le había preparado el clásico desayuno que su madre le hacia:
- Arroz blanco con elotes en salsa de soya
- Una galleta de Arroz rellena de atún
- Jugo de frutas (Fresa, Uvas y Ciruelas, sus favoritas)

El Mago del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora