Narra Aoko
Kid salto desde la Torre de Tokyo, no pude negarme ya que el me cogió en brazos y salto tal y como lo hizo hace unas horas.
Volavamos nuevamente sobre los edificios de la ciudad, no sabia a donde me llevaría ahora así que solo podía admirar la vista, si es que no me diera miedo estar tan alto.
Durante casi todo el vuelo estuvimos en silencio, lo único que decía fe mi parte era que el viento estaba muy fuerte y que me daba frio, a principio Kid solo me acerco a su cuerpo, el cual por alguna extraña razón liberaba una fuerte onda de calor. Después de unos minutos eso no fue suficiente y Kid saco un pañuelo de un bolsillo en su saco y este se extendio hasta quedar igual de grande que una manta, la cual me puse alrededor.
Me hubiera muerto de miedo haciendo esto si Kid me obligara a hacer esto en el aire, menos mal se detuvo en un edificio a cubrirme con la manta bien.
Seguimos unos minutos en vuelo hasta que a la vista pude ver mi casa, lo cual me sorprendió ya que yo creí que Kid no sabia donde vivo. Bajamos en la entrada principal y yo no sabia que decir, pase unas increíbles horas con el "rival" de mi padre, ahora no siento odio o molestia alguna con Kid.
- Servida mi dama, me retiro - dijo haciendo una leve reverencia dispuesto a irse- Espera - hable deteniendolo del brazo - No lo entiendo... - dije confusa
- No se como es que no le queda claro mi amada - se volteo hacia mi - Aoko Nakamori, me gustas desde el primer momento en que te vi, no solo por tu belleza, me e percatado de tu personalidad y estoy muy conmovido con tu ser - su clásica sonrisa se hizo presente
- ¿Entonces esto no es solo un vil juego por ser un amor prohibido? - debía comprobar mis dudas a toda costa
- No me importa si esta prohibido - se arrodilla frente a mi - La cuestión es que te amo - en sus ojos pude ver la verdad de esas palabras
- Entonces... antes de irte... ¿Puedo darte algo? - mis mejillas ardían
- Como tu desees - dijo levantandose del piso
- B... Bien... acercarte... - hable temerosa mirando hacia otro lado
Kid se acerco lentamente tal como si quisiera susurrarle algo al oído, cuando estaba lo suficientemente cerca me empecé a acercar también, no se su el entendió lo que quería pero no se movió.
En un instante nuestros labios se juntaron por segunda vez esta noche, pero esta vez yo tome la iniciativa. Le dí un repentino beso, al principio me asusto que no correspondiera pero luego de unos segundo me empezó s abrazar de la cintura y a corresponder mi beso, no me negué, de todas maneras había sido mi idea, idea por que me levante en las puntas de mis pies para poder acercarme mas a el.
El beso duro menos de lo que creí, ya que según Kid se hacia tarde y yo debía entrar a casa, no estaba de acuerdo pero le dije que si y entre a casa cerrando la puerta tras mío.
Había sido una velada impresionante y en estos momentos solo quería llegar a ducharme y dormir con estos bellos recuerdos.
Narra Kaito
Deje a Aoko en su casa, parece que le gusto todo lo que le prepare, me alegra mucho pero debo admitir que estoy un poco cansado y deseo entrar ya a mi casa y dormirme.
Camino lento hacia mi casa con la intención de dormir apenas toque mi cama, pero un ruido en mi bolsillo me saca de mis pensamientos. Era mi teléfono normal, pero lo que no entiendo es quien me llamaría a estas horas.
Miro el indicador y me percato de que es mi mamá, no se como es que todavía no entiende eso de que su horario es diferente al mío.
- ¿Mamá? - hablo al teléfono
- Hijo, ¿Como te fue con la cita que te organice? - hablaba emocionada
- En primer lugar no me la organisaste, solo viste una oportunidad y le dijiste a Aoko que se encontrara con Kid en un lugar, y en segundo... - permaneci en silencio
- ¿Kaito, sigues ahí? - pregunto algo alarmada por mi silencio
- ... fue maravilloso - hable finalmente
- ¡Aaaaahhhhhhh! - grito emocionada mi madre del otro lado del teléfono, si no me lo hubiera visto venir, mi oido derecho estaría muerto
- No es para tanto mamá - dije tratando de tranquilizarla sin exito
- Claro que si es para tanto, mi hijo se esta enamorando - si en estos momentos la viera se que estaría saltando de alegría
- Mamá... - intente hablarle
- Debo preguntarle a Aoko que piensa de su cita... - hablaba emocionada
- Mamá... - intente hablarle otra vez
- Se que le encanto, ¿Le diste su regalo? - seguía hablando
- ¡Mamá! - le grite finalmente
- ¡¿Que?! - dijo enfadada por el tono de mi voz
- Son mas de las once de la noche... - explique ya más calmado
- ahh... entonces... - no entendió
- Tomate el día divirtiendote allá y en la noche le hablas a Aoko para preguntarle sobre esto, ¿Si? - explique calmado
- Esta bien, pero no se si podre aguantarme hasta en la noche para preguntarte - volvía a emocionarse
- Tendras que hacerlo ya que Aoko esta durmiendo ahora mismo - le convencí
- Awww, esta bien, te amo hijo, recuerda desayunar bien - dijo antes de despedirse
Colgué yo también y entre a mi casa, me quede el traje de Kid, me cepille los dientes y caí tendido en la cama, no me dí cuenta el momento en el que me quede dormido.
[A LA MAÑANA SIGUIENTE]
Narra AokoMe levante llena de ánimos, era lunes así que ya me tocaba alistarme para ir a la escuela, la parte buena es que falta poco para que acabe y sea vacaciones. En eso sonó mi teléfono celular, me acerco a el y contesto sin fijarme en el indicador.
- ¿Bueno? - hablo en la línea
- ¿Como esta la mujer que cuida de mi hijo? - hablo una emocionada voz del otro lado
- Sra. Kuroba - conteste
- Sabes que puedes llamarme Chikage mi niña - dijo en tono amable
- ¿A que se debe la llamada? - pregunté extrañada del motivo
- Quería platicar contigo de algo... - hablo misteriosa
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Hola de nuevo
Hasta aquí otro capítulo de la historiaHoy no tengo noticias que dar, solo desearles felices vacaciones, bueno... lo que queda
TnTHay que disfrutarlas lo que queda
( > u <)Nos vemos la próxima
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El Mago del Amor
FanfictionLa vida de un estudiante de preparatoria debería ser normal y aburrida ¿No? Ese nos es caso de Kaito. Kaito Kuroba es un estudiante normal durante el día, pero en la noche el se transforma en Kaito Kid, un famoso y aclamado ladrón de joyas que recor...