El Mago del Amor

Capitulo 9: El detective

Narro yo

Había pasado ya tres dias desde que el Inspector Nakmori había recibido el aviso de Kid, esto le perturbaba, saber que si lograse proteger la esmeralda ese día no importaba, pues Kid tendría muchos más días después para volver a intentarlo.

El inspector se había pasado los últimos tres días sin dormir bien, diseñando nuevas estrategias de ataque y posiciones de los guardias, para cubrir la mayor parte de la exhibición.

Ese mismo día en la tarde, fue a visitarle a su oficina una mujer de apariencia casual acompañada con lo que podía desirse que era su hijo.

- Buenas tardes Inspector Nakmori - escucho el Inspector

- Buenas tardes, digame, ¿En que le puedo ayudar? - contesto el Inspector medio dormido mirando hacia sus papeles

- Inspector, mi nombre es Conan Edogawa, soy detective y eh venido a ayudarle con el próximo robo de Kid - digo Conan hablándole directo al Inspector

- Lo siento - dijo el Inspector mirando a la mujer - La verdad es que no se como me podría ayudar usted señorita detective - replicó en Inspector

- ¿A quien llama señorita? - dijo una voz desde abajo del escritorio y de la mirada del inspector

Extrañado el Inspector se levanta y se percata de que el que siempre le estaba hablando era el niño que acompañaba a la mujer, o era alreves.
- ¿Usted es el detective Conan Edogawa? -pregunta el Inspector al niño

- Si, ese soy yo - contesta poniendo una confiada sonrisa en su cara

- Pero si eres un niño - le argumenta el Inspector

- Ciertamente lo parezco, pero dejarme decirle que mi mente esta mucho más desarrollada de lo parece - dice el pequeño - ella es mi novia, Vina - explica al Inspector

Extrañado el Inspector empieza a escuchar al pequeño Conan en un posible plan de atrapar a Kid y terminar con su cadena de robos.
- Muy bien Inspector, entonces le quedo claro ¿No? - pregunta Conan

- Mas o menos, primero tengo que reducir el numero de guardias en turno, después tenga que reemplazar la gema con una falsa que sea un caramelo, para que Kid la toque y se le pege, ¿Que debía llevar el caramelo? - pregunta el Inspector apuntando el plan, pues en su condición se le olvidaría apenas el detective saliera de su oficina

- Debe de meter un rastreador en el caramelo, Kid no se lo podrá despegar fácil, así que mientras lo hace usted lo rastrea y encuentra la forma de acorralarlo - rectifica Conan

- Entendido, asiéndole sincero estoy sorprendido del plan pero tengo tres preguntas para usted; ¿Porqur esta su novia aquí? ¿Porque es que parece un niño de 10 años? y ¿Qué bar usted mientras yo persigo a Kid? - pregunta el Inspector aun consiente

- Usted no tiene porque preocuparse por eso, solo le digo que buena suerte Inspector - le dice Conan volteandose u dirigiéndose a la puerta - Ah, Inspector una cosa más, vayase a casa a descansar, no quisiera verlo en esa condiciones durante el robo - le ordena Conan antes de salir por la puerta.

El Inspector no hace caso y se queda dormido en plena oficina. Mientras tanto afuera al detective discute sus dudas con Vina.

- ¿Crrr que funcionara? - le pregunta Vina a Conan

- ¿Funcionar que? - responde Conan

- El plan, el Inspector no se ve en condiciones de patrullar - le contesta preocupada

- No te preocupes, el es solo una parte del plan, aquí el cerebro seré yo - responde muy confiado - Le eh seguido la güella a Kid desde hace siete años cuando me volví pequeño otravez, asi pude entrar fácil a las exhibiciones y descifrar sus trucos, su eh podido hacerlo antes porque no he de poder ahora - se dice a Conan a si mismo

- Detective Edogawa, ya le tocan sus pastillas - le dice seria Vina

- ¿Que pas...? Ahh, esas pastillas, vámonos Vina hay cosa que preparar - dice el pequeño tomándose tres pastillas de color azul, morado y rojo.

Pasaron los días y con ellos la anciedad del Inspector se hacia más grande, las fuerzas policiales de la ciudad se concentraban alrededor del edificio del robo, había patrullas cubriendo todas las calles, guardias por montones en la entrada y alrededor de una emocionada multitud que aclmaba por ver a Kid.

Kid no era un ladrón cualquiera, a el le gustaba que la multitud observara los robos, el creía que la policía no era la única que se merecía un buen dhow de magia. Había gente de todo tipo, grandes y pequeños, chicos y chicas, todos gritando su nombre.

Pero como en toda gran multitud tiene a la gente que va en contra, estaba Aoko, si Aoki, la chica cuyo pequeño romance con un mago ni era suficiente para adorar a Kid. Aoko odiaba a Kid por dos razones; numero uno, ella crea que Kid era presumido, ¿Por que otra razón a el le gustaría exhibirse y jugar con la policia?, y segundo, ponía en juego el trabajo de su padre, era cierto que aveces su padre era un poco obsesivo, pero desde el punto de vista de Aoko, Kid era el responsable de que el ni durmiera bien y que su jefe lo amenaze continuamente con despedirle si no le encarcela.

Con toda la multitud animada y los policías bien atentos, Kid decide aparecer, sin que se lo esperara el Inspector, Kid salio de una nube de humo en la cima de la torre, haciendo viva su imagen con unos fuegos artificiales de tonalidades de azul tras el. Kid era un idolo.

- ¡Buenas noches a todos!, ¿¡Como están!? - grita Kid incitando a la multitud

- ¡Es Kaito Kid! - ¡Miren esta en la punta! - ¡Te amo! - podían escucharse los gritos de la gente

- Lamento hacerlos hecho esperar, pero espero que disfruten el espectáculo de hoy - dice Kid justo cuando el reloj marca las ocho en punto.