Capítulo 38: Reencuentro

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Narra Aoko

A sido un fin de semana agotador, debo recordar no volver a llegar tarde y faltar a clases, los profesores estuvieron furiosos, especialmente el de química y la de lectura, los demás profesores estuvieron tranquilos sin los alborotos de Kaito y yo.

Es domingo por la noche, estoy recargada en el barandal de mi pequeño pero acojedor balcón, aveces me gusta venir aquí para pensar en cosas que me inquietan o simplemente tener una libre vista de la luna. No hay mucho que ver aquí, unas cuantas casas, entre ellas la de Kaito, unas cuantas calles y el cielo estrellado.

 - ¡Hija, tengo hambre!, ¿me prepararias algo de comer? - me grito mi papá desde su despacho en la casa

 - ¡Hay sopa en el refrigerador, metela cinco minutos al microondas! - le conteste, no tengo ganas de salir de mi habitación

 - ¡Esta bien! - y ya no me hablo

Desde que mamá nos dejo, yo me eh encargado de los deberes de la casa, no ha sido un problema, ademas papa y yo lo superamos bien, luego de un tiempo tambien tube que encargame de Kaito, ya que su madre viajaba mucho por el trabajo y su padre no podía atenderlo bien, de igual forma los dos estubieron presentes y Kaito crecio bien, hasta la perdida de su padre claro.

Hay veces en las que me pregunto si Kaito en realidad quiere seguir los pasos de su padre y volverse el siguiente mejor mago del mundo, claro que lo bromista no se le va a quitar nunca, me gustaria saber como se conocieron sus padres, pero cuando le pregunto eso a Kaito me dice que no sabe, y si quiero que me lo diga su mamá tampoco, me evade diciendo que soy muy chica para esa historia, ya tengo 16 años, puedo con ello.

La luna es mi única compañia ahorita, ella es mi doctor cuado tengo este tipo de problemas, pero ahora solo quiero descansar, dos dias seguidos de trabajo escolar, necesito un descanso.

Mi tranquilidad se vio interrumpida por un sonido en la parte superior de la casa, eran como pasos, pero desde mi ángulo no alcanzo a ver nada, intente asomarme parada en una silla que saqué de mi escritorio, pero aun así no vi mas alla del borde del techo. Luego de eso escucho un ruido dentro de mí habitación, en reflejo salto y caigo de la silla en la que estaba parada, me levanto y entro temerosa a la habitación, nada fuera de lo normal.

 - Prrr... - escucho debajo de mi cama

No sabia que hacer, así que tome lo primero que encontre (un peluche de unicornio) y me aceque lentamente, llegue al borde de la cama, me agache lento y levante discretamente la orilla de la cama, debajo había un pequeño gatito de color blanco con ojos azules. Ya más tranquila lo tome en brazos y lo puse sobre la cama.

 - ¿Que haces aquí pequeño? - le pregunte sabiendo que no me contestaria

 - Me ayuda a entrar mi dama - resono la voz de Kid en la puerta de mi balcón

 - ¡Kid! - Salte de la sorpresa, ¿En que momento entro? - No hagas e... - me callo poniendo su mano en mi boca

 - Shhh... no queremos que tu papá sepa que yo estoy aquí - me dijo en voz baja

 - Eh... cierto... - conteste sin argumento con el que defenderme

- ¿Cómo estás esta noche? - me pregunto sentándose a mi lado

- Cansada - conteste algo decaída

- No deberías quedarte dormida - me dice pícaro con una pequeña risa

- ¡¿Quien te dijo que...?! - volvió a taparme la boca

- Baja la voz, por favor - me dijo retirando su mano

- Es tu culpa - le digo cruzando los brazos

- Si, perdón por traerte tan tarde a casa - se disculpa quitándose el sombrero

- Miau... - nos interrumpe el felino en mi cama

- Ven aquí - dice Kid tomando al pequeño en brazos

- ¿Es tuyo? - pregunto extrañada

- No, sólo lo veo aveces - me contesto acariciando al minino

- ¿Cuando? - pregunto curiosa

- Cuando me pasa algo especial - me contesta con una sonrisa

- ¿Especial? - le pregunto

- El día que mi padre, el anterior Kaito Kid desapareció, me dejó un mensaje diciéndome que tomara su lugar, desde entonces eh tomado su lugar con el ladrón fantasma - me explico

- ¿Entonces no eres un viejo? - me preocupo

- Tengo cara de tener más de 50 años - me sonríe

- Pues no, pero me asustaba enamorarme de un anciano - me río ligeramente

- ¿Entonces me aceptas? - se acerca a mi

- ¿Qué?, Esto... no es un si... pero... - intento razonar, yo sola me eche de cabeza

- Aceptalo, me amas - me mira de cerca

- Bueno... tal vez un poquito... - me sonrojo muy notoriamente

- Hoy es un día especial - dijo levantando al gato en manos - Mi dama me a aceptado - dice contento mirando al gato, el cual solo vozteza

- Deberías ponerle un nombre - le dijo intentando tomar el gato

- En serio, yo solo le llamo "Blanco" - me dice dándome al gato

- ¿Fue lo primero que se te ocurrió? - pregunto con cara acusadora

- Soy bueno en unas cosas, pero poner nombre no es una de ellas - se rasca la nuca

- Mmm... ¿Qué te parece Yuki? - acarició al gato

- Hermoso - habla bajo - ¿Cómo lo pensaste? - saca un pañuelo de su saco

- Es que es muy blanco, como la nieve, entonces quise llamarlo como la nieve - lo abrazo fuertemente, al gato

- Hay que marcarlo - Kid pone el pañuelo en el cuello de Yuki y luego lo quita lentamente, del cuello de Yuki se asoma un pequeño collar de color azul con letras blancas que dicen "Snow"

- ¡¿Cómo hiciste...!? - miro detenidamente el collar - ¿No debíamos llamarlo Yuki? - ño vuelvo a mirar feo

- La verdad, el siempre se llamó así, solo quería que lo conocieras y lo nombraras, sabía que elegirías llamarlo como la nieve - me sonríe sacando un mazo de cartas de su saco

- Pero "Snow" no es lo mismo que "Yuki" - le replicó

- Tranquila, el responde por cualquier nombre - Kids se levanta de mi cama y camina unos pasos hacia el frente

- ¿Ahora que haces? - colocó al Yuki recostado en mi cama, el pobre se durmió

- Me retiro, solo estaba de visita - sonríe u se coloca su sombrero - Te verá de nuevo muy pronto - dice acomodándose el sombrero y levantando su mano izquierda

- ¡Espera, a donde...! - no pude terminar de hablarle

Kid casqueo sus dedos y de ellos salieron múltiples cartas, se esparcieron por la habitación dejando una cortina de distracción entre Kid y yo. No vi el momento en el que salio pero desapareció de mi vista, al igual que esas cartas al tocar el suelo.

Ya sin nada que hacer me volteo hacia mi cama, me acomodo en la cama para ya dormirme y colocó al Yuki a mi lado.

- Descansa Yuki - fue lo último que dije antes de caer dormida

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Hola de nuevo
TuT

Nuevo capítulo, un poco tarde pero con nuevo personaje, bueno mascota
( ^ u ^)

Esta historia tendrá el gato que yo no tengo
( - w - )

Nos vemos a la proxima

El Mago del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora