Capítulo XXXVII

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Capítulo 37. ¡Yupi!

Sólo Dame Nueve Meses

Pasó un mes, desde aquella alocada boda. Josh quien ahora es mi novio, vaya "mi novio", dijo que me fuera a vivir con él, mientras tanto. Hoy tendré una supuesta "cita" con él, es algo sorpresa así que veré que pasa.

Sophia vino a ayudarme con la hermosa Isabella. Sophi ama a los niños con el alma, así que es mi confianza número uno.

Ya estaba lista y el Josh no había aparecido, seguro estaba en Bianchi's. Luego de cerrar su restaurante en Francia, decidió poner uno aquí en Boston, lo bautizó como Bianchi's ya que es comida italiana y toda su familia es conocida por ese apellido. Con sólo medio mes se convirtió en uno de los mejores restaurantes en Boston.

El timbre estaba sonado y era Ed, al final quedamos como los mejores hermanos, él se aparecía a cada instante por aquí y yo le contaba casi todo, era como mi nuevo mejor amigo, pero claro siendo mi hermano. Emerson y Camila están en Australia, esos dos se la pasan viajando. Emerson ya no se encarga de sus ferreterías así que se volvió turista mochilero junto a Camila.

— ¿Le diste de comer a Churro?

— Siempre—afirmé.

— Te ves hermosa Lia.

— Gracias, gracias eso ya sabes que siempre.

— ¡Lia! ¡¿Ya vino Ed!? —exclamó Sophi desde el segundo piso.

— ¡Aquí estoy mi amor! —gritó con esa gruesa voz Ed.

Esos dos empezaron a salir desde que se lo presenté a Sophi, me gusta esa pareja, esa sí me gusta.

Un chillido de Sophia se escuchó a lo largo.

— ¡Aquí voy! —exclamó el otro dando zancadas en las escaleras.

Ahogue un grito cuando sentí que alguien cubrió mis ojos. La piel gruesa y el imperdible aroma de mi amado —Josh, ya sé que eres tú.

— ¿Cómo lo supiste? ¿Qué si era un ladrón?

— Hueles a ese perfume que me mata.

— Te mata ¿eh? —quito sus manos de mí y me plantó un pequeño piquito en el labio. —No quiero que mueras hermosa. Más cuando te ves así de bella.

Todo mi ser se derrite ante sus palabras.

— Oh... gracias señor romántico.

Le dio un mordisco a mi labio inferior y me encanto. Se veía de muerte, estaba guapísimo. Con ese vaquero que resaltaba su trasero y esa camiseta que mostraba sus venosas manos, y sus brazos trabajados. Oh sí señor a este hombre me lo como siempre.

Sophia bajó con Isa en las manos y Josh se acercó para cargarla y darle un besito en la frente.

— ¿Puede ser más hermosa mi muñeca?

Yo estallaba en ternura cada vez que hacía eso.

— Ya váyanse—espetó Sophia sarcásticamente.

— Ok. Pero no hagan cosas obscenas en presencia de Isa.

— ¡No! —gritaron los dos.

Me reí y al fin salí con Josh.

Amaba sentirme protegida por ese hombre alto mientras enrollaba sus dedos en los míos. Su barba le había crecido de forma tan sexy. Era divertido porque cuando lo besaba daba ciertas sensaciones de cosquilla.

Llegamos a un restaurante lujoso, no quiso llevarme al de él, dijo que sería especial. Luego de varias horas de pláticas y una larga y deliciosa comida salimos a una terraza que había ahí. Era preciosa, lámparas chinas con cierto lujo, la luna era perfecta y un pequeño riachuelo artificial reflejaba las estrellas ¡¿Podría ser más romántico!?

Cegada por el lugar me olvidé de mi alrededor. — ¿Te gusta aquí? —mi piel se enchino al sentir que estaba tras de mí sosteniendo mis brazos.

— ¡Vamos! Creo que es el lugar más hermoso al que he ido.

Sinceramente no era la chica que conocía los mejores lugares del mundo, cualquier cosa me asombraba.

— Perfecto—susurro cerca de mi oído. Mis poros se abrían cada vez que lo hacía ¡Era el jodido sueño de Lia!

— Josh. ¡Esto es un sueño! —susurre mientras me babeaba mirando el lugar. — Todo esto, tú, lo nuestro ¡Es un sueño!

De pronto su ausencia de voz me extrañó. Volteé y... ¡Diosssssssss!

¡Estaba frente a mí! ¡De rodillas! ¡Sosteniendo una sortija! Esbocé una gran sonrisa y casi brincaba en un dedito ¡Me estaba proponiendo matrimonio! Chillé internamente y sollocé al verlo así, se veía tan tierno. Me tomó por sorpresa, si no desmayó es porque soy fuerte. Mis ojos empezaron a empaparse, como siempre.

¡Pellízquenme!

— Lia—aclaró su garganta—... Lia Rebecca Miller, muy pronto Clarke—me carcajee— Soy el hombre más afortunado de tenerte. En mi vida han estado muchas mujeres, pero ninguna me ha hecho sentir como tú me haces sentir. Estás aquí frente a mí portando un vestido negro que me dará un paro cardíaco—sonreí— Eres el amor de mi vida Lia. Quiero tener el honor de ser tu esposo. Ser ese que te acompañe en la salud y la enfermedad, ese que te acompañe en los peores y en los mejores momentos de tu vida. Por eso quiero preguntarte... Si me dejas ser tu esposo por el resto de tu vida, prometo cuidarte y darte todo lo que te mereces. Por el resto de mi vida—suspiró. Y yo que me caía encima de él—... Bien... ¿Quieres casarte conmigo?

¡Jesucristo! Creo que mis neuronas se quemaron. Esos ojos brillaban con la luna, era obvio que era el hombre más apuesto del mundo. Varias lágrimas cayeron y al fin decidí hablar.

— Sí Josh...Sí quiero casarme contigo. Prometo ser la mejor esposa.

— Ya eres todo lo mejor Lia.

Él también dejó caer varias lágrimas, incorporándose se lanzó a mí y me abrazó. ¡Otro momentazo!

— Te amo Liayuca.

— Te amo Joshito.

Un beso bajo la luna llena no le hace daño a nadie.

La noche pasó. Nos dirigimos a casa empapados por una lluvia que decidió acompañarnos hasta casa.

Cuando llegamos no nos aguantamos las ganas de pasar una noche loca.

Mientras yo intentaba tragarme el hecho de que ¡Me casaría con Josh!

¡Yupi!

¡Yupi!

¡Yupi!

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Corto pero bonito ¿Cierto?

Marry me Canción oficial para este capítulo

¡AHHHHHHHH! Ya sólo falta un capítulo, el epílogo y nos vemos en otra novela:3

GRACIAS POR VOTAR.

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