Solo Dame 9 Meses ©

Capítulo IV | Problema número uno

   Capítulo 4. Problema número uno.

Sólo Dame Nueve Meses - Actualizado.

—Vuélvame a hacer la prueba ¡Debe ser un fallo! —le grité al doctor.

Doctor sensual, por cierto.

¡Cállate Lia! Probablemente estés embarazada y andas de caliente.

Probablemente sean tus hormonas, ya que estás EMBARAZADA.

— Señorita ya le dije, es lo que dice su examen. Es positivo. Entiendo su preocupación, pero le pediré que se tranqulice, tengo buenas noticias, en el hospital ofrecemos servicio especial a las madres primerizas y jóvenes como usted...

—Servicio especial... —repetí haciendo un chasquido con la lengua.

Me sentía con un revuelo de sentimientos en ese instante. Honestamente, no comprendía cómo aquello era posible...

Eh... ¿Hola? Fue posible porque follaste con Josh. ¿Qué esperabas? ¿Un Oscar?

Si hubiese perdido mi virginidad con Brad Pitt probablemente eso habría pasado.

Luego del resultado de la prueba, no lo pensé ni dos veces y corrí al hospital a hacerme una prueba por sangre. Incluso estando en el hospital me sentía confiada de que realmente era una simple confusión. Sin embargo, ¡sorpresa! Resultó positiva otra vez.

¿Qué haré ahora?

¿Cómo carajos le diré a Josh?

Eran mis preguntas más recurrentes en ese momento. Lógicamente no me imaginaba dándole la noticia como siempre me imaginé que daría la noticia de embarazo si algún día llegaba a ser bendecida por un bebé de Brad Pitt.

Vale, siendo realistas..., esperaba casarme algún día, estar enamorada y aunque suene cursi, crear una familia.

Esta situación me desvanecía todas esas visiones de familia perfecta. Sí, esa clase de imágenes que ves en los libros de inglés cuando estás en la secundaria, toda una familia sonriente en un jardín, correcto, esa clase de sueños tenía.

—Tranquila señorita Miller —. Escuché de pronto hablar al doctor — Aquí tienes, —en mis manos colocó una especie de catálogo—, aquí está todo lo que debes saber...

"Guía para madres primerizas".

—Gracias —mustié leyendo con desdén parte de la portada.

—Escuche —continuó el doctor —, si usted está pasando por un momento difícil, te recomendaré asistir a Planned parenthood, hay una clínica cerca, obtendrás más información y cualquier tipo de ayuda que necesites.

Asentí tomando otro catálogo con la presentación de dicha clínica.

— ¿¡Lía!?—. Repentinamente, la voz de Sophia se escuchó resonar en el hospital.

Un sentimiento de alivio me abrazó. Realmente la necesitaba.

—Sophi — contesté desesperada por verla.

—Lía, por Dios ¿estás bien? —. Sophia me abrazó de inmediato —, juro que vine corriendo en cuanto recibí tu mensaje. —Ella me ve directamente a los ojos y traga saliva antes de preguntarme seriamente —: ¿En serio estás...?

Asentí algo triste— Sí, sorpresa... tenías razón —dije avergonzada.

— ¡Por dios, Lía! —ella se lanzó a mí abrazándome más fuerte, podía sentir algo de felicidad, lastimosamente ella era la única que estaba feliz.