A T L A N T I S | Personas cómo yo no merecen ser amadas por personas cómo tú. Y sé que duele, pero la verdad siempre es así.
Donde SHIELD manda a una de sus agentes para vigilar al joven vengador Peter Parker, sin embargo ella termina enamorándose...
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El sonido de la palma de Nadia contra la mejilla del chico desconocido resonó por todo el área desierta, haciendo eco y el golpe sonando aún más doloroso.
Peter se había sentado en el piso, todavía con la máscara puesta observaba la pelea que se había generado entre el chico y la pelirroja, de la cual no entendía nada puesto que estaban gritando en búlgaro.
El joven era alto, al menos una cabeza más que él, de cabello castaño muy oscuro y facciones delicadas y a la vez duras que parecían talladas en mármol, era esbelto pero podía notar músculo debajo de aquel intrincado uniforme. Sus ojos eran de un peculiar gris tormenta y miraban a su amiga con una emoción fría, distante y completamente inescrutable.
—Tres años, Julian — dijo ella, su voz cargada de odio y dolor — tres años en los que creí que estabas muerto. No te molestaste en decir nada.
—No era algo que me correspondía decir — la mirada asesina que tenía la chica en sus verdes ojos hizo creer a Peter que le soltaría otro golpe al chico.
—¿Tienes una idea de lo mucho que sufrí al creer que estabas muerto? — más silencio de parte del desconocido, pero esta vez uno largo y conciso.
—Mmm... A ver, ya perdí el hilo de esta discusión. Sobretodo porque no entiendo nada de lo que dicen... ¿Y quién es él? — Bekah pareció darse cuenta súbitamente de la presencia de Peter.
Julian se giró en redondo para mirarlo. Lo examinó con la mirada, dándole un rápido vistazo de pies a cabeza sin borrar su expresión neutra o ejercer algún cambio en sus gestos.
—¿Así que ahora trabajas de niñera? — pregunta con un tono travieso en la voz, denotando la diferencia de acentos a través del cambio de idioma.
—No es de tu incumbencia — responde cortante —. Tú y yo estamos fuera de aquí — le hace una seña a Peter y él se pone de pie para seguirla.
—Dime que no sigues con los destrozos de SHIELD, Nadia.— ella cierra los ojos y parece estar contando hasta diez para calmarse —Sabes que están muertos y en escombros. No queda nada. Te conviene volver con tu padre y conmigo.
La pelirroja se giró de golpe, apuntándolo al pecho con un dedo acusatorio y una expresión de cólera.
—Jamás en tu vida vuelvas a mencionar a ese monstruo conmigo. Sabes lo que nos hizo. Y el Julian que conocí jamás habría siquiera pensado en eso.
Él, para sorpresa de Peter y más de Nadia, sonrió. Y fue una sonrisa fría.
—Ese Julian está muerto.
Los ojos de la chica ardían por el incansable esfuerzo de retener las lágrimas de frustración y antiguas heridas. Peter lo notó.
—Lo diré una vez — dijo, su voz sonando bastante seria para un chico de quince detrás de una máscara — Vete. Y no es una petición o sugerencia.