- 14. WHY WOULD SHE STAY?

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14. ¿Por qué se quedaría?

Había caído la noche en Washington DC y el hotel en el que se hospedaban se había reducido a habitaciones cerradas y motas de luz aquí y allá

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Había caído la noche en Washington DC y el hotel en el que se hospedaban se había reducido a habitaciones cerradas y motas de luz aquí y allá. La mayoría había ido como un acto de 'rebeldía' a darse un chapuzón en la alberca, y aunque resultó apelativo para la chica, se dio a la tarea de enfocarse.

No había recibido mensajes de Fury desde el viaje y silenciosamente agradeció aquello. Nick podía ser un pesado a veces, sin embargo sabía que solo se preocupaba por ella. Dejó el celular en la mesita de noche y subió el cierre del traje de combate negro que llevaba puesto, ocultando los emblemas de la organización con el suéter de su amigo.

Haciendo apego de todas sus habilidades electrónicas, consiguió rastrear a los vendedores de armas sin mucho problema. El único altercado que tuvo realmente fue la persecución.

Conseguir transporte era sencillamente difícil cuando sólo tienes dieciséis.

Pero nuevamente, es Nadia de quién hablamos, y si la cosa es ilegal, ten por seguro que ya la ha hecho.

Ahora mismo se encontraba espiando a un par de tipos dentro de un camión, utilizando un par de binoculares y manteniendo un silencio para lograr captar alguna de las palabras que intercambiaban, ya que, como buenísima espía que era, había olvidado su equipo en Queens.

—¿Cómo puedes escuchar lo que dicen? —inquirió una voz.

La chica actuó rápido y por instinto, lanzando un puñetazo directo al rostro del individuo desconocido. Al escuchar los nada masculinos chillidos del segundo, Nadia resopló y soltó un leve gruñido.

—¡Peter! ¿Qué se supone que haces aquí?

—Rastreé a los vendedores de armas, ¿¡qué haces aquí!? — preguntó alarmado detrás de la máscara del superhéroe.

—Mi trabajo, por si no es obvio.

—Creí que tu trabajo era cuidarme... — la chica lo miró mal por un segundo. Respiró hondo y apartó su mirada de él para enfocarse en el enemigo.

—Tu trabajo es quedarte quieto y mantener la boca cerrada para que yo pueda hacer el mío bien, ¿entendiste? —Peter pasó a imitarla con una voz chillona y gestos de manos.

—Karen, ¿podemos oír lo que dicen? —habló el chico, logrando desconcertar a su acompañante, al nivel de que Nadia tuvo que mirar a su alrededor para asegurarse de que solamente fueran ellos dos.

—Mmm, no Karen, Nadia. ¿Te caíste de un edificio o algo así?

—No tú, es mi asistente virtual.

—Peter, tú no tienes asistente virtual.

—No tenía, hasta que actualizamos el sistema del traje — dijo con emoción. Aquello molestó a la chica.

ATLANTIS | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora