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HOY FUE DOBLE ACTUALIZACIÓN, revisa sí ya leíste el capítulo anterior. 

Seré sincera, la canción de arriba se supone que está unida a lo que sucederá en el capítulo, pero... terminé inspirandome en esta de abajo, así que... deous, ¿dónde está el agua bendita? *tose*

Fue luz y oscuridad.

Perdición y desespero.

Descontrol y pasión.

DERIAN

El saber que mi papá estaba en casa no me incomodó en lo absoluto, lo que me preocupó por unos segundos, fue saber por qué razón había regresado antes de lo planeado. Sí bien yo había permanecido dormido gran parte del tiempo—sumido en un profundo sueño—, Aník llegó días antes, seguramente cuando Ayla y yo aún habíamos estado dentro de El Espejo. Obviamente los pasó con mamá y disfrutaron de su tiempo a solas, pero ver cómo inspeccionó a la rubia, me dejó pensativo.

¿Mamá le había comentado absolutamente todo? Dudé que no fuese así cuando ellos no tenían ni un solo secreto, no cuando Eila Kuznetzov se había negado rotundamente a tener cosas ocultas entre ellos o si quiera, en la familia. Todos éramos un libro abierto. Sin embargo, Kayne había entendido muy poco la idea familiar cuando nos comentó sobre sus aventuras con un par de mujeres y... Bueno, el resto es historia; contando a Diuk bufando, a Avén diciendo que él había disfrutado más y, a mamá, buscando una cinta para cubrir la boca de mi tío.

Parpadeé nuevamente al ver a Ayla sentada frente a mí, con las manos cruzadas, apretando el cuchillo, jugando con unos cuantos anillos plateados y los ojos perdidos, escaneando y previniendo cada movimiento de mi padre que, masticando lentamente su cena, no había pronunciado palabra alguna después de hablar con mamá.

La posición de la rubia me dio a entender que estaba preparada para todo, esperando que cualquier acto de mi padre, no fuese ofensivo para su persona. Ayla, de nuevo, estaba siendo lo que desde el inicio había sido: una asesina.

—Traje un par de botellas del viñedo—comentó él, con aquella sonrisa que le caracterizaba y que, obviamente, solo le brindaba a mamá. La melodía lejana resonaba comparándose con su pasiva voz—. Traerán un par de cajas más este fin de semana.

—Lo que necesito es una tarta de chocolate—musitó mamá, riendo.

Observé el puré en mi plato y luego, pasé mi zapato por el de Ayla, llamando su atención para que dejase de ver a mi padre con el ceño fruncido. Bien sabía que la energía magnética que portaba Aník era embelesadora para cualquier ser viviente, pero, al punto de querer sacarle las entrañas con tal de descubrir qué tenía dentro, no era una opción, no cuando no sabía qué opinaba mi padre sobre la presencia de la rosa.

—Juro que muero de hambre—dijo de repente Izye, entrando a la habitación y, tomando asiento a mi lado, inspeccionó nuestros comportamientos. Sabiendo cómo era ella, ya estaría pensando las mil miradas que le había dado mi padre a Ayla—. Aník, querido reflejo número dos con el que sueño despierta, ¿qué tal todo?

Sintiendo el roce del tacón de Ayla, dándome una señal para que no la molestara, vi cómo Izye, con sus característicos ojos ámbar, se sirvió más vino.

REFLEX [✔#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora