Kookmin's Arch

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Darse a la fuga no es tan difícil como parece.

De hecho ha sido fácil, demasiado fácil: Sospechoso hasta la médula teniendo en cuenta que los guardias de recepción y portería han escoltado a Jungkook y a Jeon Yeong hasta la puerta trasera cuando se supone que su trabajo es evitar que los idols no salgan sin supervisión.

Han confundido al maknae con una prostituta a domicilio.

Y Jungkook no sabe si sentirse orgulloso por el increíble trabajo que Jeon Yeong ha hecho con él convirtiéndole en otra persona u ofendido por la manera en la que los guardias le han mirado el culo al salir.

De todas formas se le ha pasado en cuanto ha subido al coche privado de Yeong y se ha deshecho de su peluca.

—Ya puedes quitarte el pintalabios, aunque parece que te encanta llevarlo— Jeon Yeong observa divertida lo inocente que es Jungkook al mirarse en todos los ángulos posibles en el espejo retrovisor— Chico, te estás follando con la mirada. Quizá lo de Drag Queen está hecho para ti.

Su amiga (utilizando la palabra en el más dubitativo de los términos) se ríe de su cara mientras reposa los pies en el asiento delantero, despreocupada. Jungkook tiene miedo de que uno de sus tacones de plataforma vayan a patear al chófer en la cara y por ende acaben siendo carroña automovilística.

—Eres una víbora— dice Jungkook limpiándose el pintalabios rojo rubí con el dorso de la mano— De verdad que lo eres.

Jungkook no deja de mover su pierna frenéticamente nervioso, removiéndose incómodo en el asiento del coche aterciopelado. No deja de mirar atrás para ver cuántos coches de seguridad le persiguen (ninguno) y arriba para ver cuántos aviones o drones le vigilan (un avión de pasajeros apunto de llegar al aeropuerto). ¿Cuánto tiempo va a tardar BigHit en darse cuenta de que se ha escapado de casa? ¿Jeon Yeong le lleva verdaderamente a una fiesta o acaba de usar sus encantos para utilizarle de rehén y conducirle a una mafia? 

¿Se le ocurrirá a Jimin pasar por su habitación con la intención de que dormir a su lado y descubrirá que no hay rastro de Jungkook?

—Estás tan desesperado— Jeon Yeong observa el nerviosismo de Jungkook mientras oculta una risita.

—No lo estoy— Jungkook trata de relajarse sobre el asiento de cuero mientras se pone su bomber de Supreme favorita para volver a su look original, es un poco difícil cambiarse de ropa dentro de un coche pero es el precio a pagar tras haberse vestido de mujer para no ser reconocido. Al menos puede volver a ser él, aunque ahora es él con trescientos problemas extra en su cabeza que no tenía antes, y todos sus dilemas empiezan por J y acaban por Imin. Bueno, y por la R  de reunión directiva mañana a las 10 a.m, por R de resaca, y por A (Ansiedad apocalíptica por dirigirse a una fiesta de famosos)

—Lo estás— concluye —Aún estamos a tiempo de volver, Kook, ya sabes, puedo decir a Joshua que de la vuelta ahora mismo. Vuelves a tu cama y tienes rienda suelta para correr a los pies de Jimin y darle su besito de buenas noches. Mientras tanto yo estaré de fiesta con Taemin, ¿Qué te parece?

—Pues...— e incluso con el tono satírico que ha empleado Jeon Yeong en su propuesta, el gilipollas de Jungkook es capaz de pensárselo dos veces.

—¡Joshua! En la siguiente rotonda gira a la derecha y devuelve a este inconsciente a su madriguera.

Jungkook le zarandea los hombros aterrado y compulsivo.

—¡Cállate! ¡Cállate! Iré a la fiesta, iré, iré— cualquier duda que Jungkook tuviera se ha visto disuelta y con creces cuando ha escuchado la palabra Taemin.

—Vale, eres tú el que insistes, no te arrepientas después— Jeon Yeong aparta la mirada para centrarse en la ventanilla del coche y en el ambiente nocturno, es la primera vez que Jungkook la ve tan tranquila.