Kookmin's Arch

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Kim Namjoon tiene un cociente intelectual de 140, y aún así en ocasiones no lo ha usado para bien.

Por ejemplo, a estas alturas de su carrera, se arrepiente de la elección de su nombre artístico cada vez que lo oye salir de boca de la gente tropecientas veces al día. Entonces recuerda que cuando era un rapero Underground se hacía llamar Runch Randa, y se le pasa.

Pero esto no, este no es el tipo de incidente que uno deja pasar por alto. Es por eso que, esta vez, Namjoon sabe que está usando tanto su intelecto como su puño para el bien cuando lo estampa en la cara de Jackson Wang.

Un coro de gritos nivelados a su alrededor y sonidos de copas rotas que en conjunto podrían ser perfectamente calificados de canto gregoriano (teniendo en cuenta que quienes gritan son idols)

Jackson Wang no se corta de dar el numerito, como siempre, llevándose una mano dramáticamente a su pómulo recientemente impactado por su amigo del alma, se las apaña para caer sobre la fila humana de gente (interesadamente elige el área de las chicas de YG) y hacerse el mártir, expresando un mohín que representa mucho más dolor que el que realmente siente.

—¡Eh, eh, eh!— Yugyeom está lo suficientemente ejercitado para empujar a Namjoon lejos de su compañero de grupo, quizá emplee más fuerza de la que debería, acrecentando la rabia de Kim— Vamos a tranquilizarnos un poquito, ¿Estamos?

La bachata de fondo cesa, el DJ se quita los cascos para escuchar, PSY para de tocarle el culo ilegalmente a una menor para centrarse en la pelea, Taemin deja de liarse el porro para tener acceso completo al mejor show de la noche. Y en el más absoluto e incómodo silencio de un Wang herido en batalla y un Kim dispuesto a batallar mucho más, Jungkook hace la avioneta orbitando a su líder mientras imagina que el suelo es chicle y canta canciones de cumpleaños al compás.

—Me dices que me tranquilice. ¡Me dices... que me puto tranquilice!— Namjoon aparta a Yugyeom con un movimiento del dedo índice y agarra a la rata de Jackson por el cuello de su camisa —Tú sabes, Wang, que yo soy un hombre bien pacífico.

Jackson le sonríe estúpidamente, como una enamorada, las pupilas dilatadas y la mejilla hinchada.

—Lo demuestras de maravilla, Namjoonie— le lanza un beso— Solo te falta llevar chapitas de logros de los boy scouts y un cartel de "Salvemos a las ballenas".

Todos los de JYP se aguantan la risa contra su mano, algunos se ahogan en el intento.

—Mira como has dejado a mi chico— Namjoon apunta a Jungkook, que está completamente desubicado mientras hace ángeles de nieve en la superficie del suelo sucio— ¡Mírale, joder! ¡Mi chico no se droga! ¿Comprendes?

Jackson lanza una mirada rápida a Jungkook, no comprende qué tienen de malo las setas alucinógenas, parece estar pasándolo de maravilla.

—Pues tu chico no parece pensar lo mismo, quiero decir, mírale. ¿Le has visto tan feliz alguna vez?

—No está feliz— Namjoon teme romper su chaqueta de cuero debido a la tensión que se acumula en sus músculos— Jungkook no se droga, no le des tu mierda, Wang, no la queremos. 

 Jeon Yeong acaba de llegar y se horroriza al encontrar a Jungkook en el suelo, así que instintivamente se tira a su lado. Todo el mundo piensa que va a ayudar, pero en realidad, tan solo acaba haciendo ángeles de nieve (más que de nieve, de mierda) a su lado.

—Está feliz como una perdiz, tío— observa Wang— ¿No te has preguntado la razón? A lo mejor es porque por una vez en su vida, tu chico— Jackson enfatiza profundamente en esa palabra con un exceso de sarcasmo— Ha tomado una decisión por sí mismo. Vaya plot-twist, ¿Eh?