Narra Noah.
Salimos de la comisaría y nos subimos a una patrulla. Lo cual nos llevaría a casa. Dije la dirección de mi casa y arrancó el motor.
Abracé a ______ poniendo mi brazo arriba de sus hombros, y ella apoyó su cabeza en mi hombro. Pasaron unos quince minutos y ya estábamos al frente de mi casa.
Abrí la puerta del auto y ______ y yo bajamos de este. Nos acercamos hasta la puerta de mi casa y nos miramos frente a frente.
- ¿Estarás bien? -pregunté mientras ponía mi mano sobre su mejilla.
- Estaré bien, ¿tú? -preguntó ella.
- Yo también estaré bien. Iré a tu casa mañana por la mañana. -respondí.
- De acuerdo, te esperaré. -dijo ella con una leve sonrisa.
- Bueno, nos vemos mañana. -dije y le di un beso en la mejilla.
- Nos vemos. -se fue alejando poco a poco y se soltó de mi mano.
Esperé hasta que entrara al auto y se fue. Saqué las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta, de un momento a otro mis padres ya estaban abrazandome.
- ¡Hijo! ¿Estas bien? -preguntó mi madre preocupada.
- Sí mamá, estoy bien. -dije y me abrazó de nuevo.
- Estábamos muy preocupados por ti hijo, no pudimos ir a la comisaría ya que el auto no tenía combustible. -dijo mi padre abrazandome.
- No importa. Estoy muy cansado, quiero dormir. -dije exhausto.
- Bueno hijo, ve a dormir. Te amamos. -dijo mi madre.
- Yo también los amo. -respondí.
Subí las escaleras hasta llegar a mi habitación. Me cambié de ropa y me acosté en mi cama. Agarré mi celular y busqué el número de ______.
Conversación.
- Buenas noches ♡.
- Buenas noches ♡.
Fin de conversación.
Dejé mi celular en mi escritorio y cerré mis ojos. Y sin darme cuenta caí es un profundo sueño.
Estaba en una clase de una casa grande pintada de blanco. Caminé por los pasillos y me miré en un espejo grande. Estaba vestido de blanco también.
¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Qué es esto?
- ¿Hola? ¿Hay alguien aquí? -pregunté mientras iba por ahí.
- ¿Hay alguien ahí? -escuché una voz femenina.
- ¡Sí! -grité.
- ¿Quién eres tú? -dijo alguien detrás mío.
- ¿______? Soy yo, Noah. -dije mientras me acercaba a ella.
- ¿Cómo sabes mi nombre? -preguntó confusa.
- ¿No me conoces? -pregunté extrañado.
- No, no te conozco. ¿Quién eres? -dijo ella.
- ¿Qué? Claro que me conoces, soy Noah. ¿No me recuerdas? -dije muy confuso.
- No. Lo siento, me tengo que ir. -dijo.
- ¡No! ¡Espera! -dije mientras corría detras de ella.
- Adiós.
Me desperté alterado y sudando. ¿Porqué soñé eso?