Te amare hasta el día después de siempre.
—Hermoso Caos (Kami Garcia y Margaret Stoh)
JungKook casi se regodeo al ver la sorpresa pintar el rostro de TaeHyung, su alivio era tan obvio que sintió unas tremendas ganas de tomarlo entre los brazos y no soltarlo nunca más pero se abstuvo, esperando que el mayor diera el siguiente paso.
Un segundo paso. Observaron labios del contrario, los de TaeHyung, azules por culpa del frío y los de JungKook, rojos al ser mordidos sin piedad por este mismo. Se miraron y no fueron necesarias más palabras.
Ninguno estuvo seguro de quien se acercó primero pero unieron sus belfos y de repente nada se sentía mal, nada era incorrecto o correcto, no había un bien o un mal porque estaban en su universo y ahí ellos mandaban.
Se sintió como una explosión de colores en sus estómagos y un brillo luminoso en sus almas, volviendo a pintar con gamas ese frió y cruel paisaje.
Desesperadamente vagaron sus manos por el cuerpo ajeno, pintando a rojo vivo la piel del otro con cada toque, explorandose como si fuese la primera vez que se acariciaban. Moviéndose algo bruscos y besándose de manera castigadora. Caricias llenas de amor pero con también matices de rabia e ira, culpándose mutuamente por su historia de amor prohibido.
Cariño, odio, pena, deseo y aquellos sentimientos que ni siquiera podían ser descritos en palabras se expresaban con tan solo un beso. Tal vez eso significaba amar a una persona, el que te haga sentir desde los más primitivos instintos del ser humano hasta que no puedas pensar con claridad a su lado, esas ganas de alejarlo pero besarlo, odiarlo pero amarlo, el miedo de ser tan débil ante sus caricias, ante su mirada o sus palabras, el ponerte en total disposición del otro para que haga lo que quiera contigo.
Tal vez eso sea amar o tal vez solo sea una relación enfermiza, JungKook y TaeHyung no lo sabían pero tampoco les importaba. Si su amor era enfermizo lo aceptaban, aceptaban que estaba mal el sentirse tan dependientes el uno del otro, el estar completamente entregado, aceptaban que era morbido e insano pero no harían nada para cambiarlo.
Si era enfermizo ellos mismos se catalogarían como infectados pero seguirían escapando al bosque en las noches, aun cuando todos estaban en su contra, seguirían huyendo para encontrarse una y otra vez. JungKook seguiría haciéndole el amor a TaeHyung con la misma pasión de la primera vez y TaeHyung continuaría besando con desenfreno los labios de JungKook, como si el mundo se fuese a acabar si no lo hacía.
Seguirían creando arte con tan solo una mirada, construyendo pequeñas utopías en búsqueda de estar juntos y haciendo el amor para sellar sus promesas.
Se besaron, con más desenfreno que antes, tratando de tomar todo del otro, quitar todo y entregar todo, una guerra que no querían que acabara, en donde los dos ganaban tanto como perdían.
Con un movimiento rápido TaeHyung se sentó en el regazo del alfa, acariciando el cuello de este mientras el otro tomaba con posesión la cintura del omega.
Se miraron y no tuvieron que hablar para saber en qué estaba pensando.
Sin dudar ni dejar de observar los ojos de su ejecutor TaeHyung se quitó la camisa, mostrando su desnudo torso con desafió en la mirada, como si retara al alfa a tratar de detenerlo. JungKook sonrió, pasó sus tibias manos por el pecho del omega, besando sus pezones y acariciando su espalda baja. Entregándole el calor que el omega suplicaba por tener.
Se quitaron la ropa y volvieron a la posición anterior, disfrutando del toque directo entre sus pieles.
Ninguno preguntó por las heridas en el cuerpo del otro, ya que al menos por unos minutos, preferían vivir en la total ignorancia. Aunque eso no significó que ignoran las magulladuras, besando las heridas del contrario como si los labios pudieran sanar cualquier tipo de enfermedad.
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Innocent » kookv [En Edición]
FanficPorque en un mundo en donde los omegas eran cazados y asesinados no había espacio para su amor. »Inspirada en la historia "El zorro y el sabueso" (no es una adaptación)