Júbilo

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El omega actuó por instinto, tomando la mano de JungKook lamió la palma de éste con su lengua, limpiando la sangre y cerrando la herida con más rapidez, causando un extraño pero agradable sentimiento en el estómago del alfa.

—Lo siento... —susurro TaeHyung al darse cuenta lo que había hecho, poniendo su mano contra sus labios —yo...

—No te disculpes —dijo sin quitar su mirada de los ojos del omega —Es más, si hubiese sabido que lastimándome podía llamar tu atención lo hubiese hecho antes.

TaeHyung frunció el ceño.

—No digas eso ni en broma —pidió, tomando un poco de gaza.

Se sumergieron en un silencio, en donde se observaron a los ojos sin necesidad de decir palabra alguna, siendo interrumpido por el suave ruido de las aves, el arroyo que estaba a tan solo unos metros de distancia y como no, por el sonido de sus corazones retumbando con fuerzas, llamándose el uno al otro igual que dos imanes.

—Creo que te debo una explicación —hablo JungKook mirando el cómo TaeHyung vendaba con delicadeza su mano —Una muy grande explicación.

—No es necesario que me expliques nada, JungKook...

—Sí lo es —interrumpió el alfa —lo mereces porque nosotros teníamos algo... pero al irme lo arruine todo, ¿verdad?

TaeHyung no contesto, tratando de ignorar lo dicho por el pelinegro, no queriendo hacerse falsas ilusiones.

—¿Y bien? —Pregunto TaeHyung tratando de aliviar el ambiente usando un tono falso de reprimenda —¿qué tienes para decir a tu favor, Jeon JungKook?

El morocho sonrió de lado con sarcasmo.

—YoonGi fue quién me forzó, de un día para otro decidió que dejaríamos la casa —confesó —Dijo que iba a convertirme en un alfa ejemplar para la nación.

No fue difícil para el alfa notar el cómo TaeHyung se sintió afectado por aquellas palabras, cuando el color desapareció de sus mejillas y observó con la mirada perdida los vidrios que ya habían sido sacados de la piel del pelinegro.

—¿Y funcionó? —Preguntó con la voz más ronca —¿Te convirtió en el alfa perfecto? —dijo sin poder evitar dejar correr el veneno en su voz.

JungKook acarició las muñecas del omega con los dedos de su mano sana, mirando a TaeHyung a los ojos.

—Si lo hubiesen logrado no creo que los dos estuviésemos teniendo esta conversación —recordó.

TaeHyung sonrió con algo de ironía.

—No, yo estaría muerto —afirmó con la voz algo rota —tan muerto como todos los demás omegas en este país.

JungKook negó con la cabeza.

—Tae...

—Jina me dijo que ustedes se iban a su hogar de caza —lo interrumpió el rubio —¿lo hiciste? ¿mataste a un omega cuando estabas ahí?

El corazón del pelinegro se estrujo con dolor al ver el miedo en los ojos de su omega.

—Claro que no lo hice, bebé —afirmó con total seguridad —Tuve que fingir odiarte pero nunca he asesinado a nadie ni lo haré, lo juro.

TaeHyung asintió con la cabeza, ocultando su rostro contra sus manos.

Él sabía que JungKook no le mentiría.

—Perdón por preguntar así. —Cerró los ojos con fuerzas —Dios, también lamento hacerte esperar por tantos días.

—No hay nada que tenga que disculpar, yo soy quién lo...

—Ellos me dijeron que cuando volvieras me matarías —lo interrumpió alzando un poco la mirada mientras las lágrimas escapaban de sus ojos, como si fuese un pequeño niño el cual estaba acusando con su madre a los compañeros que lo habían estado molestando —Dijeron que me odiarías... —los sollozos del rubio se hicieron cada vez más fuertes —Me dijeron cosas horrorosas, JungKookie...

Sin pensarlo el pelinegro acunó el rostro de TaeHyung entre sus manos, sentando al rubio sobre su regazo y tratando de tranquilizarlo con pequeñas caricias.

—No los escuches —pidió —ellos no nos conocen así que no los escuches —afirmó sintiendo sus propios ojos cristalizados, juntando su frente con la del omega para calmarse —TaeTae yo te amo y nunca, nunca te dañaría.  Eso ni mil años separados va a poder cambiarlo.

TaeHyung asintió entre lágrimas.

—Yo también te amo, JungKookie —aseguró acariciando el mentón del alfa —te amo tanto...

Te amo tanto que duele.

—Pero nosotros no tenemos un futuro —siguió hablando —Solo mírame... lo único que haría alguien como yo es meterte en problemas, yo soy una carga...

—No digas eso —lo interrumpió JungKook con un gruñido que salió del fondo de su garganta —No vuelvas a decir algo como eso de nuevo —ordenó pasando su mano por la espalda y muslos del rubio —TaeHyung, tú no eres ninguna carga para mí.

—¡Soy un omega, JungKook! —grito tratando de hacerle comprender al menor la situación —soy una carga para todo aquel que quiera protegerme, tú debes encontrar a una linda beta y casarte con ella, no perder el tiempo conmigo.

JungKook negó con la cabeza con insistencia, sin dejar de mirar los ojos del rubio.

—¿Te das cuenta lo que me estas pidiendo?

TaeHyung asintió y aunque le doliera cada palabra lo dijo:

—Estarías mucho mejor con una mujer, eso ni tú puedes negarlo —susurro —JungKook si te descubren te llevaran a un centro psiquiátrico.

El pelinegro al contrario de lo que espero TaeHyung asintió, con la mirada pensativa.

—¿Sabes? en el lugar donde estaba conocí a muchas betas y alfas, mujeres de todas las edades y portes...

Ni siquiera había acabado la frase y TaeHyung ya intentaba apartarse del alfa.

—¡Ni siquiera he terminado de hablar! —se quejó JungKook, sintiéndose algo más relajado al ver los celos del omega —Lo que sucedió es que más de alguna trato de salir conmigo —continuó diciendo —YoonGi y NamJoon estaban tan felices de eso pero yo nunca les preste atención a ninguna de ellas... de hecho en estos cinco años no he besado ni estado con nadie —confesó algo avergonzado de tal hecho —Y eso es por ti —afirmo —porque me enamore de ti de una manera tan profunda que siquiera pensar en salir con alguien más me repugna.

—Pero JungKook —susurro TaeHyung con confusión —Nosotros no podemos...

—No me importa —cortó el pelinegro —¿No lo entiendes, bebé? Estoy enamorado de ti y no renunciare a tu amor por algo como esto...

TaeHyung dudo.

—¿Que pasara cuando YoonGi y Jina se enteren? ¿que sera de mi? —susurro —Él me quiere matar, esto es muy arriesgado.

—¿Sería tan egoísta de mi parte pedirte que confíes en mí? —preguntó de manera insegura y algo triste, soltando un pequeño suspiro al saber lo que estaba poniendo en juego al dejarse guiar por su corazón —Hace tiempo te prometí protegerte y eso mismo haré ahora... tan solo confía en mí.

Esta vez fue TaeHyung quién inició el beso, agridulce por culpa del sabor de las lágrimas y las caricias, rozando entre lo romántico y lo trágico que solo un amor como aquel podía tener.

Con cuidado JungKook tomó entre sus manos la cintura del omega, apretandola de una manera agradable a la par que el rubio enredaba sus dedos entre los cabellos azabaches del alfa, tirándolo solo un poco mientras profundizaban el beso.

—¿Qué vamos a hacer? —Susurro TaeHyung entre besos robados con la desesperación expuesta en cada palabra —¿cómo saldremos de esto, JungKookie?

JungKook no tenía ni idea pero tampoco le importaba porque con tal de tener a TaeHyung de esta forma, sobre su regazo mientras lo besaba, con tal de aquello él estaba dispuesto a lo que sea.

Enfrentar a quién sea.

Innocent » kookv [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora