<<—¿Sabes? —pregunto el pelinegro sin dejar de acariciar la piel expuesta de su amado —Antes de venir hablé con tu abu Jina y me contó cosas muy interesantes sobre nosotros.
TaeHyung observó a su alfa con una ceja alzada, tratando de distinguir las palabras por sobre el profundo sueño que sentía. El ser mimado por JungKook siempre lo adormecia, más aún después de hacer el amor.
—¿Qué te dijo?
Para sorpresa del rubio, JungKook se sonrojo.
—No pienses que es ridículo, ¿si? —susurro, nervioso del cómo lo tomaría el omega o si se reiría de la situación. —Ella me contó de un mito que existía en su época, sobre omegas y alfas que se amaban de la forma en la que tú y yo lo hacemos.
TaeHyung movió su cabeza a un lado, curioso.
—¿Como nos amamos nosotros?
JungKook carraspeo.
—TaeHyung, no es normal que yo te pueda oler con tanta distancia que nos separa o el poder saber a veces lo que piensas sin necesidad que me lo digas... lo sabes, ¿verdad?
Esta vez fue el rubio quien se sonrojo, posando su dedo índice sobre el labio inferior del menor, acariciando de manera distraída.
—Si lo se —afirmó y algo avergonzado dijo su teoría: —Siempre creí que teníamos una conexión mágica o algo, como un hilo que me permitía saber cómo tú estabas.
JungKook sonrió a más no poder y sin esperar una señal beso con felicidad los belfos del omega, orgulloso de que este hubiese podido deducir por su propia cuenta aquella conexión.
—Jina dijo que en su época se les llamaba a los alfas y omegas que eran como nosotros "parejas predestinadas" —informó acariciando con su nariz el cuello del piel acaramelada —Que eran almas gemelas que están destinados a conocerse por el poder de la luna, parejas hechas el uno para el otro. No importa si mueren y vuelven a nacer o si las circunstancias sean las peores, seguirán amándose para toda la eternidad en esta vida y en otras.
TaeHyung observó con sorpresa a su alfa, tomándolo de la barbilla para que se miraran a los ojos.
—¿Eso significa que si en esta vida no podemos estar juntos en la siguiente podríamos? —preguntó con esperanza, casi aliviado de tal idea.
JungKook frunció el ceño, apretando la cintura de TaeHyung entre sus brazos.
—¿No escuchaste lo que te acabo de decir? —susurro —Yo te amo y tú me amas, el destino no sería tan cruel para separarnos de nuevo.>>
Un segundo.
Era curioso el cómo funcionaba el tiempo cuando se corría contra el reloj. Tiempo, el dueño de todos y esclavo de nadie, que podría cambiar todo a su alrededor, crear todo y destruir todo.
Tiempo.
Cinco años, cinco días, un mes...
Y ahora un segundo. Un segundo fue lo que se tardaron los dientes de Kim SeokJin en perforar el cuello de TaeHyung, en que aquellas fauces tomarán aquello que se suponía era un rito de amor, quitando todo sin entregar nada a cambio.
SeokJin no lo entendía.
Y por lo mismo se tardó un segundo en destruir un mundo.
Al contrario de lo esperado TaeHyung no volvió a gritar, ni siquiera soltó una lágrima y aunque lo intentara no podía moverse. Era como si de la nada todo su cuerpo hubiese perdido la capacidad de reaccionar.
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Innocent » kookv [En Edición]
FanficPorque en un mundo en donde los omegas eran cazados y asesinados no había espacio para su amor. »Inspirada en la historia "El zorro y el sabueso" (no es una adaptación)