Capítulo 3. Cena.

2.3K 216 43
                                    

Para muchos ver a un oficial de policía en un taxi en camino a un lugar no era nada raro, después de todo era un ser vivo, un humano, alguien con una vida común y corriente que posiblemente iba a atender algunos asuntos de suma importancia.

Pero para el resto era Zoro con un extraño comportamiento por ir a comer. Era Zoro después de todo, ese hombre estaba sumamente perdido, a duras penas lograba encontrar el baño en la estación de policía, sumándose a eso que era bastante testarudo a la hora de admitir que estaba perdido o que iba en la dirección equivocada y justamente ahora, les dice a todos que tomará un taxi al Baratie, esto era raro ¿tan deliciosa es la comida de ese establecimiento? Tal vez si y algún día irían todos a comer.

Mientras los oficiales discutían y se debatían mentalmente si ese hombre de cabellos verdes que salía de la estación de policía era Zoro, Luffy seguía abrazado al forense, aquel hombre de ojeras simplemente como pudo logró incorporarse y dejar los reportes en la mesa, y aún con el menor aferrado a su torso camino hacia uno de los cuartos de la Jefatura.
- ¿Qué me aras Torao? - pregunto el monito con un tono inocenton.
- la pregunta es, ¿qué planeabas lanzándote hacia a mi de esa forma? -
- porque te extrañe mucho, sin ti no puedo respirar Law. -
Law sujeto de los glúteos al menor y lo apoyo contra la pared mientras se pegaba a él.
- esas palabras te costarán mucho. - sus grisaseos ojos se posaron en Luffy y solo le susurro al oído. - baja la voz mientras lo hacemos. -
- que bueno que me extrañaras. - y con esa sonrisa inocentona se abrazo al cuello ajeno y con sus piernas rodeo las caderas ajenas.

Mientras tanto.

Zoro solamente pidió ser llevado al Baratie y por lo visto el restaurante era muy conocido por la comida y el buen trato, de inmediato a su mente llegó aquel rubio, acaso ¿iban por él? No recordaba a ningún otro trabajador de aquel establecimiento, es más, no recordaba ni como era el dueño y eso que habló más con él que con Sanji, extrañamente sólo recordaba a Sanji.

Finalmente había llegado al restaurante, aquel establecimiento estaba hasta el tope de lleno, así que prefirió esperar un rato recargandose en la pared. No sabía cuanto tiempo había estado esperando a decir verdad pero cuando se dio cuenta ya había lugar disponible para él.
Al entrar miro el menú atentamente no sabía que elegir, era bastante difícil a decir verdad.
- ¿listo para ordenar, oficial Marimo? -
El peliverde levantó la mirada, sólo para ver a aquel rubio, al igual que la primera vez que lo vio, vestía con aquellas elegantes ropas, los pantalones que usaba estaban apegados a sus piernas remarcandolas, se preguntó seriamente ¿cómo logró moverse de aquella forma con esas ropas tan apegadas? Sin duda alguna estaba más que curioso.
- traeme la especialidad cejas de diana. - y con sólo una picarona sonrisa habló.

- ¿Cómo estás? Me necesitas, ¿Cierto? -

El sol desaparece, y baja el telón de la noche.
Dentro de la silenciosa habitación sólo queda la tristeza ya no puedo estar a tu lado y tú no puedes verlo.
Es porque lo olvidaste que...
Parece que la noche desaparecerá como si dejara atrás mis sentimientos sólo en mi memoria cruelmente.
Te pierdo.
También pierdo la luz y el amor en mi vida.
Y ¿si te abrazara al grado en que no puedas moverte?
Con el derrame de las gotas, podría escuchar tus suspiros.
Ah~
Aún cuando quería transmitirte tantas cosas.
Ya… Es muy tarde y cerré mis ojos.
Dejando atrás nuestros sentimientos
No te pares en frente de mí como sí fueras a romperte.

Se feliz.

Esa noche, Zeff había dado permiso a que una banda primeriza de nombre Vana'NIce tocar en el Baratie, esa noche tocaban una canción que extrañamente se le metió a la cabeza a Zoro, era tan profunda, a tal grado que te atrapaba e hipnotizaba.

- ¿no te molesta el ruido? - dejo frente a él la comida mientras tomaba asiento a su lado. - si es así puedo moverte a otra mesa. -
- no me molesta la banda, solo es un trío que quiere triunfar y a decir verdad me gusta su voz de los 3. -
- aunque las señoritas están todas pegadas a ellos ¿qué tienen de bueno los músicos? -
- ni idea. - comentó Zoro para pasar á comer. - esta delicioso... -
- ¿te gusta? - sonrió Sanji. - yo mismo lo preparé, el pedí al viejo que me dejará cocinar el platillo para ti, después de todo te debo mucho por salvarme la vida. -
- creo que me volveré cliente frecuente. - sonrió Zoro.

No te quedes en un lugar que esté al alcance de mis manos.
Deseé tanto la eternidad que te causé tantos problemas.
Por favor, espera ahí por mí.
Voy a arrestarte.
Me estremezco dolorosamente.
¿Qué puedo hacer para que mi voz te alcance?
Desconecté mis pensamientos.
¡Correspóndeme una vez más el apretón de manos y la sonrisa!
Estar en éste amor a medias es como congelar el florecer de las rosas.
Es tan distante que ya no puedo verlo
¡Tú no estás!
Quiero que me ames.
Se feliz.
No te quedes en un lugar que esté al alcance de mis manos.
Deseé tanto la eternidad que te causé tanto problemas.
Por favor, espera ahí por mí…
¡Voy a atraparte…!

Únicamente teniendo aquella canción como fondo, había silencio entre ambos, aquella canción solamente era una acompañante y el licor traído por Sanji junto a la comida era lo mejor que podía a ver. Sus potentes voces lograban silenciar los suspiros y chillidos de algunas mujeres. Era hermoso.
Ambos simplemente cuando la música cesó se miraron, sus miradas chocaron, sus ojos se encontraron en un momento fugaz, por alguna extraña razón el mundo y el tiempo desapareció quedando solamente ellos dos.

- ¡Sanji!...san... - el rubio escucho un gritito chillon el cual lo sacó de aquel encierro mental junto a Zoro y al girarse miro a aquella joven de coletas.
- Puddin-chan. - se levanto y fue con aquella chica, por lo que pudo apreciar Zoro aquella joven le dijo algo y posteriormente el joven entró a la cocina, aquella chica miro a Zoro y luego con una sonrisa de maldad se fue.

Si esa zorra desapareciera ¿cuál sería el problema?

Arrest Rose. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora