Capítulo 17. Arrepentimiento.

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Vio partir a la única luz de su vida.
Aquella hermosa rosa que tanto adoro desde el primer instante en que la vio, se estaba alejando. El tiempo avanzaba y aquel amor que sintió por el se marchitaba amargamente.
Miro a su mano como había quedado extendida al aire en un inútil intento por tomar la ajena, se sentía estupido.
Comenzo a respirar de forma agitada, cada vez más rápido hasta que no aguanto más, grito con todas sus fuerzas lleno de la ira, aquella emoción tan destructiva estaba recorriendo su cuerpo de una forma tan rápida que era sorprendente. Aquel sentimiento era agonizante. Tiro todo lo que estaba a su alcance, rompió tantas cosas que de no ser porque él era la ley, la policía habría llegado por el alarme de los vecinos.

Se dejó caer de rodillas al paso de un par de horas contra el piso, respiraba frenéticamente en un inútil intento por normalizar su respiración pero parecía imposible, demasiado.

Levanto la mirada una vez más y pudo apreciar el nacimiento de la mañana. ¿Cuánto tiempo llevaba destruyendo cosas como una bestia sin sentido común.?

Pero ya daba todo igual en esos momentos. Haber hecho aquello fue simplemente estupido, pero debemos ser sinceros, cuando uno está enamorado lo que menos hace es pensar usando lógica, hace todo por mero impulso y como el policía no era más que músculo con poco cerebro sería normal aquello.

Y aquel jovencito lo dejó en claro. Ni siquiera volvería a corresponderle una sonrisa.

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Zeff iba ya por su quinta cajetilla de cigarrillos del día, toda aquella ansiedad lo estaba matando, no saber nada de su pequeño era la mayor agonía del mundo, no sabía si había probado alimento o en que manos enfermas había caído su hijo, estaba aterrado de lo que pudiera pasar.
Se levantó del sofá y caminó en dirección a la puerta, debía seguir con la búsqueda, pero en cuanto acercó su mano al pomo esta se abrió rápidamente.
--¿berenjena?--dijo incrédulo el hombre pensando que era una más de sus alucinaciones.
Pero por su parte el rubio al verlo no pudo evitar soltar un chillido--¡papá!--lloro el menor para lanzarse a los brazos de su padre quien lo recibió de inmediato, ambos se abrazaron rompiendo en un suave llanto casi inaudible--¡papá!--exclamó una vez, le parecía irreal nuevamente estar con su padre.
--Dios tenía tanto miedo... ¿quién te llevó lejos? ¿¡Quien!?
--N-no lose...
--¿que?
--¡no lose! Solo...desperte muy lejos, después me escapé y estoy aquí...
El adulto no estaba satisfecho con aquella información sumanente torpe pero, no quería preocupar más al rubio se veía cansado, así que acarició sus cabellos una vez más y mientras lo miraba a los ojos hablo--había planeado hace mucho expandir el Baratie, ¿qué te parece si empezamos desde cero en otra cuidad?
Sanji asintió--comenzare a empacar entonces--y con una sonrisa ambos se levantaron.

Arrest Rose. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora