Arrest Rose. [Terminada]

Capítulo 7. Secuestro.

Segunda parte.

Sanji reaccionó de inmediato por lo cuál salió corriendo lo más rápido que sus piernas daban, sentía de cerca al oficial, escuchaba sus pasos fuertes los cuales lo seguían de cerca, fue de inmediato al ascensor donde presiono tantas veces el botón del primer piso que juro que lo rompería.

Zoro llegó y detuvo las puertas con una sonrisa ladia en el rostro por lo cuál como mera reacción, Sanji lo pateo en el vientre y así alejarlo. Eso le dio el suficiente tiempo para que se cerrarán las puertas y logrará escapar de momento.

El oficial nuevamente sonrió y corrió a las escaleras de emergencia. No quería perderse como siempre, por ello se llevó el pequeño mapa del edificio.

Vaya que le sirvió.

El cocinero corrió, estaba por llegar a la puerta y en cuanto salió sonrió, pero duro poco, Zoro lo había atrapado entre sus brazos, el más bajo de inmediato forcejeó por unos instantes pero se detuvo, paro de pelear cuando el policía coloco una tela humeda entre la boca y nariz del chico rubio, poco a poco cerro los ojos dejando caer su peso.

--por agredir físicamente a un oficial de policía tengo que arrestarte--lo cargo sobre su hombro y caminó susurrandole suavemente--, por un tiempo indefinido.

En otra parte, Zeff estaba sentado mirando directamente a la ventana, pero se quedo quieto, bajo la mirada y soltó un largo suspiro mientras presionaba su pecho usando la mano derecha.
--algo le paso a mi berenjena.

Zoro dejó caer al chico de cabellera rubia en la cama, le quitó los zapatos y la ropa, dejándolo únicamente en ropa interior, tomó las esposas que siempre lleva en el uniforme.

Esposo de manos y pies a la cama a Sanji.

Salió del cuarto para dormir un rato, aquella persecución, aunque pequeña en comparación a las habituales de su trabajo, lo habían cansado, le recordo bastante a las escenas de las peliculas y eso era gracioso en cierta forma, jamás pensó que siendo policía terminaría imitando una escena tan típica de secuestros al estilos "la ley y el orden."

Se recostó en el sofá y cerro sus ojos. No supo exactamente cuanto durmió, tal vez un par de horas o quizás por mínimo unos quince minutos, pero un grito lo despertó en específico.

--¡Ahhhh!

Zoro se levanto y caminó a la habitación donde estaba el rubio, abrió tranquilamente la puerta para después recargarse en el umbral de aquella.
--me despertaste--comentó.
--¿¡me despertaste!? ¿¡no te das cuenta como estoy!? ¡suéltame de inmediato! O de lo contrario...
--¿o de lo contrario que? El oficial de policía soy yo y tú únicamente un cocinero, por poder y ley puedo tenerte aquí si quiero todo lo que te resta de vida.
--¿y quien te da el derecho de eso?
--la placa de policía.
--¡métete la puta placa por el...!
--yo te la metere a ti--suspiro--ahora cállate y duerme.
--¿¡como mierda piensas que me siento estando así!? ¡pensé que eramos amigos!
Zoro lo miro, estaba serio, atento a las acciones del más bajo quien simplemente luchaba como podía para liberarse, al poco tiempo se cansaría por lo cuál sonrió. Aquellas palabras "creí que..." se le hicieron tan dulces, eran inocentes, eran las palabras de una persona que aún no era devorada por la salvajes de la sociedad.

Camino hacía él, no decía nada únicamente lo miraba atento.
--nunca te vi como un amigo--se quito la playera y subio a la cama para posicionarse de esa forma sobre el chico de cabellos rubios--, te veo como amante.

Sanji abrió sus ojos de golpe, no podía reaccionar, solamente estaba quieto con una expresión de sorpresa en el rostro. Ni siquiera noto en el momento, cuando Zoro cerro las ventanas junto con las cortinas para aislar un poco el sonido.

--ahora estarás aquí hasta que entiendas.

Y lo beso.