Kara me aplaudió fascinada. Observé todo el lugar incrédula. Los cristales que antes rodeaban la sala en donde me encontraba, estaban completamente rotos. Todos se mantenían alejados de la zona varios metros de distancia. Irina tenía una leve herida en su mejilla. Se lo tocó mirándome con una expresión que no supe distinguir si era de miedo o de asombro. Los mellizos se encontraban tensos. Lucy me fulminaba con la mirada, Sean seguía sonriendo, y Kara me miraba con curiosidad.Me limpié las lágrimas que habían en mis mejillas y debajo de mis ojos. Noté que respiraba con dificultad, como si hubiera corrido un maratón. Mi garganta me dolía un poco y la sentí seca. Relamí mis labios.
-Reese, eres realmente inefable-comentó Kara acercándose unos pasos-Hubo algunos que les hemos pedido la prueba del grito, y no consiguieron ni herir aunque sea poco este cristal. Está hecho de un material irrompible.
-Supuestamente-dijo Sean riendo aún sin salir de su asombro.
Kara rió también.
-Sí, supuestamente.
-Pues a mí me parece que debe estar controlada-Lucy habló cruzándose de brazos-No veo que sea algo con lo que tenemos que estar tranquilos. Si es capaz de hacer eso...
-Danna y Daniel, llevaos a Lucy e Irina fuera-ordenó Kara a los mellizos interrumpiéndola-Lucy, luego hablaré contigo.
La castaña bufó y salió del lugar con rapidez sin apenas esperar a Daniel y a Danna. Estos, acompañaron a Irina afuera en silencio.
-Por suerte pedí al resto para que se marchara antes de comenzar las pruebas-murmuró Kara rascándose la mejilla. Luego me miró-Bueno Reese, tercera y última prueba: hacer lo que quieras. Levanta cosas, rómpelas...Lo que te plazca. El lugar ya está hecho un caos-rió.
-¿Sólo tres pruebas? Sean me dijo que esto duraría tres horas más o menos-fruncí el ceño.
-En principio era así-respondió Sean-Pero al ver el resultado de la segunda prueba...
-Preferí dejarlo estar en tres pruebas de momento-continuó Kara-Las pruebas de tipo médicas que te faltan, las dejaré más adelante-sonrió-Ahora, cumple la última prueba-visualizó una silla a su lado. Quitó los trozos de cristal que había en ella y se sentó cruzándose de piernas.
Sean se quedó parado atento a cada movimiento que hacía. Asentí levemente con la cabeza y cerré los ojos.
Sentí como todo tipo de energía envolvía mi cuerpo. La sensación de adrenalina comenzó a aparecer provocando que mis latidos sean rápidos. Alcé mis brazos y abrí los ojos con lentitud, sonriendo al ver como todos los trozos de cristal comenzaron a levantarse. Un aire frío me hizo estremecer.
Me sentía diferente. Me sentía poderosa. Yo era capaz de hacer cosas, que como bien dijeron, cosas inefables.
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INEFABLE © 2018 (sin editar)
Ciencia FicciónLa vida en el año 2089 ha cambiado completamente. Todo ha evolucionado, y no solo la tecnología y la ciencia. También los humanos. El 90% de la población mundial está compuesta por humanos genéticamente normales. Sin ninguna modificación ni alteraci...