La vida en el año 2089 ha cambiado completamente. Todo ha evolucionado, y no solo la tecnología y la ciencia.
También los humanos.
El 90% de la población mundial está compuesta por humanos genéticamente normales. Sin ninguna modificación ni alteraci...
Lo siento muchísimo por la tardanza. Aquí está el nuevo capítulo. Si queréis entrar más en la historia, escuchar la canción que os he dejado arriba. Ya entenderéis el porqué de la elección de la música.
Repito, disculpad los errores, no he podido revisarlo más que dos veces y además con vistas rápidas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Sean
Lancé otra fuente de fuego en dirección de otro sombra, quemándole al instante. Derek aprovechó, y le propinó un golpe con la rodilla en su rostro.
El sombra cayó inconsciente.
—¡Sean!—el grito de Malcom me obligó a darme la vuelta. Justo en ese instante, una sombra tenía la mano alzada en dirección de mi rostro, pero la tenía ahí, suspendida en el aire, ya que Lucy la había congelado de pies a cabeza.
Mi cuerpo se relajó.
—Ya no hay más sombras—comentó la castaña acercándose a mí y mirando a los demás—, en esta zona—agregó harta.
Irina lanzó un suspiro cansada, abrazando con fuerza su arma.
Habíamos estado varios minutos luchando contra sombras, a la vez que intentábamos huir. Por suerte ninguno de nosotros resultó herido, pero eso sí, nos consumió energía. Demasiada.
—¿Ahora qué hacemos?—cuestionó Connor respirando agitadamente—, mi cuerpo no da para más—se miró el puño, cubierto de sangre negra.
—Tendríamos que...—comenzó a decir Derek, pero la presencia de Kara y Archie, le cortó.
—Chicos, ¿Estáis bien?—preguntó el Dr.Williams con la respiración entrecortada.
—Sí, estamos bien—contesté—, pero los demás... Tenemos que buscar a los que nos faltan. Algunos inefables nos han ayudado, y en el resto de camino tuvimos que defendernos. Hay que encontrar una solución lo más rápido posible.
—Es difícil—dijo Kara cruzándose de brazos.
Su aspecto reflejaba su preocupación. Llevaba el cabello recogido en una coleta, con varios mechones rubios salidos. Su rostro se encontraba sudoroso, y dos bolsas oscuras yacían bajo sus ojos. Su bata blanca estaba sucia, y lo único que llevaba era un arma en su mano derecha junto a un artefacto de comunicación en su muñeca.
