Capítulo 41 | Oscuridad

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Capítulo intensooooo.

Las palabras de Noah me habían dejado atónita, confundida

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Las palabras de Noah me habían dejado atónita, confundida. No logré entenderlo, por lo que traté de preguntárselo, pero ignoró mi curiosidad comentando algo totalmente diferente:

—¿Me harías un favor? Necesito que esta noche duermas en mi cuarto—sus ojos destellaban inseguridad—. Por favor.

Desde luego que acepté sin apenas pensármelo. Y gracias a April que accedió cambiarse de cuarto, ahí me encontraba, tumbada a un lado en la cama donde me desperté por primera vez en la cabaña de Connor, observando a Noah dormir en la cama de enfrente. Su expresión era de relajación total, aunque ambos sabíamos que estábamos lejos de la ataraxia. Su rostro, con la poca luz que iluminaba la habitación gracias a la luna, se veía tan blanca como la leche, acercándose a la palidez. Sus lunares estaban esparcidos por su rostro como si hubieran sido trazados, haciéndole ver más adorable. Sus labios entreabiertos, y su respiración profunda, me entretuvo más durante toda la noche.

Simplemente, no podía despegar los ojos de él.

Se veía tan dulce...

Y tan vulnerable.

Nunca imaginé que el chico que vi por primera vez en los pasillos de la CDI gritando y mirándoles con odio a todos, llegaría a ser mi amigo.

Un amigo de quien, muy probablemente, estaba enamorada.

Aunque claro, no estaba en un buen momento como para querer a alguien de esa manera. Nos encontrábamos en un constante peligro, todos siendo amenazados. Enamorarme me traería un dolor profundo en caso de que ocurriese cualquier problema inevitable.

Temía por Noah. Y mucho.

Narra April

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Narra April

Traté de coinciliar el sueño. Vaya que lo traté. Pero me fue complicado. El insomnio en esos días, se había vuelto mi fiel "amigo". Y peor lo hacía el hecho de que me sentía observada por alguien.

Abrí mis ojos encontrándome con los de Jayden.

—¿Qué?—susurré frunciendo mi ceño.

Jayden se removió en su cama y me sonrió con suficiencia. En ese momento, Jayden y Malcom estaban dormidos en una cama diferente, y yo estaba en el colchón del suelo. Lo que me costó obligarles para que me dejaran dormir ahí. Fueron insoportables.

INEFABLE © 2018 (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora