Capítulo 42 | Un aura peculiar

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Narra Reese

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Narra Reese

¿Sabéis como una persona se siente aterrorizada de verdad? Cuando le tiembla el cuerpo, tiene las manos heladas, sudor por su nuca, respiración agitada, una sensación de angustia en el pecho, y ganas de llorar.

Ante Noah, yo me sentía vulnerable. Si usaba mi poder de nuevo contra él, le haría el doble de daño que hace minutos, ya que su cuerpo no se había recuperado del todo. Y tampoco podía atacarle con las técnicas de defensa que me había enseñado April. Debido a dos motivos importantes: no sabía si esa parte de Noah conociendo los métodos de defensa seguía ahí; y si después de defenderme, me atacaría luego con su electroquinesis en cuanto encuentre una mínima distracción en mí.

No tenía opción. Sus ojos oscuros, su expresión apagada, seria, llena de odio... Parecía un ser insensible, un sociópata, pero en realidad Noah era todo lo contrario.

—Noah, no te quiero hacer daño. Así que aparta esas manos de mí—mi voz sonó firme, y mis ojos no se apartaron de los suyos desafiándole.

Noah sonrió con maldad.

—Pues hazme daño.

—No lo voy a hacer—dije en un susurro lleno de nerviosismo en cuanto su rostro se acercó más a mí.

—Yo quiero que lo hagas, Reese.

Le iba a contestar, ya que aquello me parecía más que una locura, pero gracias a Dios habían llegado mis amigos a nuestra zona. Seguramente habían oído mi grito. Me sentí aliviada por obtener algo de ayuda.

Noah les miró con las cejas alzadas, y después centró sus ojos en mí. Con un rápido movimiento, me cogió por detrás rodeándome el cuello con el brazo, y posicionó una mano al lado de mi cabeza, con los dedos chispeando electricidad. Agarré su brazo con ambas manos intentando evitar que me metiera más presión en la garganta. Mi pulso se aceleró y tragué saliva.

Jayden, Sean y Derek estaban en posición defensa; Malcom y April nos miraban sorprendidos; y Connor e Irina se mantuvieron alejados con la misma expresión que los anteriores. Todos tenían el rostro lleno de cansancio y ojeras visibles, dejándome a entender que todos habían dormido mal últimamente.

Y no me sorprendía.

—¿Noah?—habló April temblándole la voz—, ¿Qué haces?

—Noah, suéltala—dijo Sean en tono autoritario dando un paso hacia delante.

El castaño negó con la cabeza varias veces.

—Esto es un juego, no os metáis—alzó la voz. Sentí su cuerpo temblar, ya que tenía mi espalda apoyada en su pecho—. Cómo alguien se acerque—amenazó con lentitud—, la mataré.

Con ese gesto, no supe identificar si era de enojo o nerviosismo.

—Eso es verdad—Irina explicó—, si la corriente ataca la cabeza, su cerebro dejará de funcionar junto al resto de órganos.

INEFABLE © 2018 (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora