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Narra AprilUna sensación extraña me embriagó por completo. Era como si fuera una marioneta, aunque me gustaba eso. Amaba esa voz, quería seguir oyéndola.
En ese preciso instante, mi parte lógica se encontraba apagada, siendo invisible para mí.
Mi cuerpo entero estaba mojado por la lluvia, de pies a cabeza. Sentí frío, pero eso no me importó en absoluto.
Esa voz, esa misma me importaba más.
Cuando aquel sonido se fue acercando cada vez más, mis pulso aumentó junto a mi nerviosismo. No sabía que hacía ni en que problema me estaba metiendo. Simplemente seguía mis instintos.
Hasta que lo vi. Y entonces fue cuando paré y fui consciente de todo. De mi palidez repentina, de mi temblor y de sus ojos negros.
Un chico estaba plantado enfrente de mí. Era más alto que yo, de cuerpo fornido, cabello rubio dorado y ojos oscuros. Pero la oscuridad de esos ojos no duraron mucho. Segundos después, se transformaron en azules claros como si ese tono lograra esconder su verdadera identidad.
El chico me sonrió de forma hostil, con malicia en su expresión. Tragué saliva sin apenas parpadear.
-Hola-saludó en tono tranquilo ladeando su cabeza a un lado analizándome-. Humana-susurró y después siguió-. Eres distinta a los demás, ¿Cierto?
En cuanto me di cuenta de quién me enfrentaba, quise huir lejos. O al menos hacer algo para defenderme. Pero no podía. Me sentía paralizada. El miedo había invadido mi cuerpo y bloqueado mi mente.
-¿Qué quieres?-pregunté en tono bajo. Mi voz delataba mi miedo.
El chico dio un paso más hacia mí, observando con interés los árboles que nos rodeaba.
-Los lobos, se localizan aullando...-chasqueó la lengua fijando sus ojos en mí-¿Sabes cómo se localizan los nuestros? Cantando-hizo una pausa sin dejar de sonreír-. ¿Y vosotros? Os localizáis a gritos. ¿No?
Comencé a negar con la cabeza mientras sentía varias lágrimas caer de mis ojos. Di varios pasos hacia atrás con dificultad.
-¿Por qué hacéis esto?
-No tengo por qué darte explicaciones, hermosa-contestó con voz firme y espeluznante a la vez que alzaba su barbilla. Su expresión se tornó seria-. Quiero que grites.
Junté mis labios en una fina línea dando más pasos hacia atrás. Esto no podía estar pasando, no a mí.
-¡Grita!-rugió furioso dando largas zancadas hasta quedar enfrente de mí.
Y entonces lo hice. Grité, con todas mis fuerzas.
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INEFABLE © 2018 (sin editar)
Научная фантастикаLa vida en el año 2089 ha cambiado completamente. Todo ha evolucionado, y no solo la tecnología y la ciencia. También los humanos. El 90% de la población mundial está compuesta por humanos genéticamente normales. Sin ninguna modificación ni alteraci...