||CAPÍTULO 5||

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Las invitaciones se fueron enviando el lunes a primera hora

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Las invitaciones se fueron enviando el lunes a primera hora. En los últimos días solo han dado respuesta de asistencia los invitados Europeos. Había acosado a su padre sobre la historia de Anjana todos esos días atrás, le insistió una y otra vez y siempre surgía una excusa. Hablo con Nana, como siempre le decía que no estaba autorizada en decirle, que cuando el Rey hablara y si le quedaban dudas ella se las resolvería. No comprendía nada y su curiosidad iba en aumento ¿Qué contenía la historia para que hubiera tanto misterio? Anduvo fisgoneando el papeleo para ver algo relacionado con Asia, no encontró nada, los sueños que tenía constantemente la tenían cuestionándose, cada uno se repetía excepto en el que se calló del balcón.

Busco a Nana por el castillo para hablar sobre sus sueños, le avisaron que Eddie vendría a las dos de la tarde por ella para ir al pueblo, definitivamente hoy no sería ese día fue a su habitación para arreglarse. Se colocó un vestido azul oscuro de mangas cortas y tenía pequeños puntos blancos, unas zapatillas de dos centímetros de tacón y un bolso de mano negro. Bajando con destino a la sala principal se encontró a Elga en el tercer piso preguntándole para donde iba tan arreglada, su respuesta fue corta, su prima no puso atención a sus palabras y solo agrego.

– Eso quiere decir que vas con Eddie.

No le dio importancia y respondió diciendo que iba tarde. Su prima se fue detrás de ella, bajaron las dos y Eddie ya estaba esperándola en la sala principal, al verla se levantó del mueble y se dirigió hacia ellas, hizo una venia. Eddie solo traía un pantalón negro, una camisa manga larga blanca que se ajustaba a su cuerpo y unos zapatos negros.

– Buenas tardes Princesas.

– Buenas tardes Eddie –contesto Elga.

Melek no quiso decir nada.

– Podemos irnos ya si desea Princesa Melek.

– Sí.

Eddie extendió su brazo para que ella lo cogiera, y se despidió de Elga.

– Cuídala mucho, por favor –grito Elga.

– No te preocupes, en mejores manos no puede estar.

Ella se tensiono y él pudo sentirlo, paso su mano por la de ella para que no se colocara nerviosa. Subieron al coche y fueron camino al pueblo, Eddie pregunto que por donde prefería empezar, contesto que por donde a él le pareciera mejor ya que no conocía, él le indico al chofer que fueran al centro de la ciudad, donde se encontraba la fuente de agua en forma de un árbol de unos seis metros aproximadamente, de un color negro y del cual descendía desde su punta agua cristalina, alrededor de ella se encontraban los centros comerciales más importantes de Schwarzwald. Al llegar Melek pudo observar que había bastante gente, le dieron nervios y sus manos empezaron a sudar, si hubiera conocido sobre el pueblo, hubiera elegido un lugar menos transitoria para iniciar, pensaba ella.

– Tranquila, no pasara nada –aclaro cogiéndole sus manos.

Su tacto era tan delicado y agradable, movió sus manos lentamente y asintió mirándolo fijamente. El Volker abrió la puerta, Eddie salió y largo su mano para que ella lo acompañara, tomo su mano, la gente al verle, clavaron la mirada justo en ella, y es que no podía pasar desapercibida con solo verle a la cara su pelo radiaba.

El Secreto Del Bosque©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora