Curioso

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Es curioso, si, curioso ver como van dos enamorados por la calle porque me recuerda, por mucho que yo no quiera, a cómo íbamos tú y yo.
Es curioso pasear por aquellos lugares que denominábamos nuestros porque me hace recordar lo feliz que he sido en cada rincón de ellos; es curioso acostarme en la hierba en la que una vez me dijiste que era el amor de tu vida. Los recuerdos invaden mi mente porque cada rincón de esta ciudad ha tenido una parte de nosotros y ahora... simplemente son recuerdos y pronto, desgraciadamente, van a esfumarse y van a quedar en el olvido porque no dejan de ser más que insípidos recuerdos.

Tú, tan bipolar y antisocial, eras el amor de mi vida y he dedicado cada segundo de mi vida a hacerte feliz y hacerte ver que eres una parte de mí. Soy consciente que ya nada será como era ayer, que todo lo que nos hacía brillar acabó por apagarnos y, por mucho que intentara volver a encenderlo, jamás volvió. Sé y soy consciente que en unos años ya te olvidaras del sonido de mi voz, te olvidaras del sonido de mis carcajadas y olvidaras cada parte de mi cuerpo; se que en unos años tus ojos dejarán de mirarme de la forma en la que lo hacías antes y también se, y soy muy consciente, que yo seré la única que jamás te olvidará a ti.
Jamás olvidaré a ese chico que se sentaba en el lado izquierdo del bus todas las mañanas, ese que odiaba compartir asiento porque sentía que invadían su intimidad. Jamás me olvidaré de aquel chico que ponía a su grupo favorito al máximo en los cascos y se olvidaba del exterior y, por mucho que quiera, jamás me olvidaré del día en el que accidentalmente te conocí.

En esta vida estamos destinados a llevar a una persona siempre a nuestro lado, sea metafórica o literalmente hablando. Estamos destinados a recordar cada milésima de segundo compartido por mucho que algunas veces eso nos haga daño y nos rompa por dentro; porque eso, el dolor, el recuerdo, el amor, los sentimientos... todo eso nos hace recordar que somos seres humanos.

Ahora, la pequeña parte de mí, ha desaparecido y me siento vacía. Me faltas y ya no sé cómo completarme si no eres tú, la única pieza del puzzle, quien me complete. Suena machista creer que dependo de un hombre para vivir pero, a diferencia de muchas creencias, necesito a la persona que eres no al sexo del que vienes.

RECOVERYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora