Y en ese momento descubrí que tus labios eran papeles finos que desgarraban por dentro y que yo era adicta a ellos.
Me acostumbré al sabor del tabaco y a ese regustillo a cerveza que siempre traías y he de decir que no es la cosa más asquerosa que haya probado.
Ahora los extraño y busco el sabor de tus labios en bocas desconocidas pensando que me he vuelto loca por no sentir esa punzada en medio y medio del pecho que sentía cuando tu te me acercabas y puede que lo esté, puede que me haya obsesionado contigo creyendo que nuestro efímero tiempo era interminable o creyendo que seriamos ese para siempre que jamás se ha escrito en nuestras historias.Ahora mi boca, con cierto regusto a muerto, implora uno de tus besos para que determine realmente el final de lo que tu mismo has comenzado. La sangre casi se ha derramado pero sigo respirando y necesito que todo esto acabe ya así que, vuelve a besarme y rájame de arriba a abajo que siempre diré que tus labios son lo más adicto que he probado en toda mi vida.
ESTÁS LEYENDO
RECOVERY
PoesiaHabía vuelto a caer pero ya me había hecho amiga de la piedra. ¡Segunda parte de "Cartas a un viejo amor"!