Otra vez no...

Comprensión...

-¿Nueva novia? – mira aterrado a aquel que creía su pareja - ¿porque? Apenas terminaste con la anterior

-Sí, es que se estaba dando cuenta de nuestra química, ¿me entiendes? – intentó explicar el otro – y sabes que tenemos que disimular lo nuestro – extendió la mano para acariciar el rostro ajeno – vamos Minnie, sabes que solo es una pantalla

-¿Una pantalla? Una pantalla es nuestra amistad – lo mira molesto – Kangin, es la tercera novia que tienes en estos últimos, que, ¿dos meses? Y eso sin contar a las anteriores – deja Salir un suspiro por la frustración –

-No te hagas la victima Sungmin, tú sabes mejor que nadie que, ni mis padres, ni nadie se puede enterar de nuestra relación, ¡nos alejarían! – se acerca al menor y lo abraza – solo un poco más, te prometo que cuando terminemos la universidad podremos irnos a cualquier lugar y estar juntos los dos

-Tienes razón lo siento, lo siento tanto mi amor – se refugia en su pecho – pero ahora, vamos a estudiar, estamos en exámenes – le da un beso y va a la cocina de su pequeño departamento – yo preparare, mientras, tú estudia

-¡si amor! – sonríe victorioso – no imaginas cuanto me alegra que seas tan inteligente, así mis padres me dejan venir a verte sin tanto problema

-Y es justo por eso que no puedes reprobar – sonríe – eh Kangin ¿te puedo preguntar algo?

-Sabes que sí, no tienes por qué titubear

-Toma aire profundo y sin atreverse a salir de la de la cocina, o siquiera, asomar la cabeza pregunta – Kangin, ¿Qué somos? – sentía su corazón latir como loco, esa pregunta no paraba de dar vueltas en su cabeza, pero no había podido llegar a una conclusión, en realidad no sabía en qué categoría estaba su relación con el otro - ¿Kangin? – ese silencio le preocupaba, ¿Por qué no respondía?

-Yo lo siento Minnie, mis padres me mandaron un mensaje, parece que me necesitan – más nervioso de lo que quisiera aceptar, guarda sus cosas en la mochila con rapidez – te llamo después – sin una palabra más sale del lugar –

-Se queda paralizado por la sorpresa, no sabía que estaba sucediendo ¿acaso había hecho mal al preguntar?

Ya habían pasado muchos días y no se había contactado con Kangin, no tenía el valor para llamarlo, pero tampoco había recibido, ni siquiera un mensaje. Miró por enésima vez el celular sintiendo la frustración invadirlo – vamos llámame sé que no debí preguntar llámame – frustrado lanza el celular contra la cama – maldición, si Mahoma no viene a ti - toma su teléfono y manda un mensaje – ¡Amor! ¡Vamos a ver una peli! – nervioso mira el teléfono esperando una respuesta –

Sorprendido por el mensaje y más relajado por el cambio de tema, toma el teléfono y responde al instante - ¡claro amor! Hoy, después de mi examen iré a recogerte –