No confío

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Después de varias horas Heechul terminó admitiendo que le ponía ansioso estar en esa pequeña celda y su nuevo amigo accedió a quedarse hablando con él y ayudándolo a distraerse del lúgubre ambiente, solo cuando vio al sol asomarse pudo relajarse un poco y dormitar un poco en ese pequeño espacio.

Siwon no podía evitar sentir un gran impulso protector cada vez que veía a Heechul y tenerlo recostado en brazos no hacía más que acrecentar sus emociones, a pesar de la mala situación en la que se encontraban, estaba disfrutando mucho esas horas juntos.

- Choi Siwon – el oficial se acerca a la celda junto a un hombre bien vestido – Choi Siwon, pagaron tu fianza, puedes irte

Se levantó al instante al escuchar su nombre - ¿puedo salir? ¿Y Heemin? – mira al hombre de traje-

- Lo siento señor, su padre solo me ordeno para liberarlo a usted, no dijo nada respecto a su acompañante

- pero no lo podemos dejar, no puedo irme sin él – se vuelve a sentar y tóma la mano de su amigo –

- no hagas berrinches y vete – gruñe el oficial – ya pagaron por tu libertad, no seas escandaloso

- ya dije, sin Heechul Hyung no me iré-

- Siwon. – mira el fuerte agarre con el que era aprisionado por Siwon – tranquilo, no necesitas hacer esto – intenta desprenderse del agarre fracasando en el proceso –

- no pienso hacerlo Hyung – se encoge de hombros – entramos los dos y salimos los dos

- no seas tan infantil, ya escuchaste que tus padres te liberaron ¡vete!

- aunque me patees – sonríe con simpleza y mira al abogado – dígale a mi padre que se equivocó, que somos dos en esta celda, dos llegamos y dos nos vamos

Anonadado por la actuación de su cliente se queda en silencio por varios segundos – señor, ¿está consciente de que podría tardar algunas horas? Podemos hacer el trámite para liberar a su amigo con usted ya libre

- no me importa, no planeo dejar a mi amigo solo en este lugar – mantiene la mirada hasta que el abogado se retira, solo cuando vuelven a estar solos se relaja y sonríe –

Una vez que se quedan a solas se suelta del agarre y mira molesto a Siwon - ¿Qué fue eso? ¿Por qué te quedaste? No necesitabas hacerlo, yo no te lo pedí

- lo sé – sonríe con simpleza – pero como dije antes, si entramos dos, tenemos que salir dos

- pero podías irte – se frota el rostro frustrado – no te entiendo, ¿Por qué hiciste eso? ¿Qué buscas de mí?

- ¿de ti? – se le queda mirando en silencio por varios segundos –

- ¡si! Nadie hace nada de gratis, todos buscan sacar algo, ¿dinero? No creo, no pareces necesitarlo, ¿sexo? Tampoco es que necesites hacer cosas así por un poco de sexo

- ¿Qué? ¡no! ¿de dónde sacas todo eso? Yo no soy así, me ofende que si quiera lo pienses

- es que no sé qué pensar – se deja caer en una silla frustrado – entiendo que tu sentido caballeroso haya hecho que me ayudes en el aeropuerto, incluso puedo aceptar que me hayas seguido ese día dizque por mi propia seguridad, pero ¿y el resto? Los días siguientes me acosabas, me regalaste un libro, incluso hicimos ese viaje en yate, y ahora te quedas en una celda conmigo, ¿Por qué?

- pues al inicio me dabas curiosidad, te lo dije, después admiración, quería conocer más a ese chico hermoso y valiente, el único que es capaz de dar un desplante o repartir un buen par de golpes en un instante y en el otro cuidar de los gatitos –suspira – quiero conocerte más, pero te aseguro que no tengo intenciones escondidas, solo quiero que me veas como un amigo en quien confiar, alguien en quien puedas apoyarte cuando no te sientas bien

- estás loco, en definitiva, estás loco- sonríe – tú sabes muy bien que yo no dependo de nadie, soy muy fuerte y puedo cuidarme solo

- lo sé, eso es lo que más me gusta de ti – sonríe – bueno, ahora volvamos a descansar, el abogado dijo que el papeleo tardaría algunas horas

- caballo idiota – bufa – muévete, necesito recostarme un rato – sin más se levanta de su lugar y se recuesta en la cama apoyando la cabeza en las piernas del otro – ni creas que confío en ti, es solo que las almohadas son muy incómodas

Otra vez no...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora