Pequeño descanso

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Con todo el valor que le quedaba tomó el teléfono llamó a la empresa, la encargada de los vuelos intento convencerlo de no anular el viaje, y lo entendía, no le convenía a su trabajo perder a un cliente, pero, ya se estaba aburriendo de la constante insistencia de la señorita, él solo quería cortar la llamada y llorar, justo cuando estaba por ponerse mal educado y cortar, escuchó una oferta interesante, le ofrecían un pasaje de ida y vuelta a una ciudad que nunca había visitado, era un pasaje económico y con el sobrante del dinero, más lo que había ahorrado para su viaje podría estar algunos días, quizás el cambio de ambiente sería positivo para él. Sin pensarlo mucho aceptó el trato, fijó la hora del vuelo y colgó la llamada.

Rápidamente se levantó y alisto ropa nueva, había alistado solo la ropa que le gustaba a Kangin, pero ahora podía vestir las cosas que a él le gustaban, sacó los insípidos polos y chompas grandes, de tonos oscuros y diseños aburridos, en su lugar puso sus polos más apegados, tonos rosas o colores suaves, si, en definitiva, ese era más su estilo. Observó al espejo su atuendo, odiaba usar ese pantalón tan suelto, sabía que tenía un buen trasero, y, aunque al inicio le incomodaba, ahora estaba orgulloso de sus atributos y odiaba esconderlos, pero a Kangin nunca le había gustado que usara ropa apretada, le ponía celoso que la gente lo mirara, y, aunque a Sungmin le encantaba sentirse celado, prefería vestir ancho para no tener roces innecesarios.

Pero eso no importaba ahora, se vestiría como le gustaba y se iría de viaje al fin del mundo si quería, despejaría su mente y olvidaría todo. Terminó de vestirse y de alistar su nuevo equipaje, cubrió toda marca de llanto y salió hacia el aeropuerto. Una vez en el carro mandó un mensaje a su mejor amigo, no se atrevía a llamarlo porque sabía que se pondría a llorar y no quería ser una carga para su amigo.

En cuanto recibió el mensaje supo que algo andaba mal, por la hora supo que en carro no llegaría, maldijo por lo bajo la hora pico y de mala gana llamó a un conocido suyo y le pidió el favor, odiaba pedir favores puesto que siempre lo mal interpretaban y querían sobre pasarse, pero Sungmin era su mejor amigo y lo necesitaba, a los pocos minutos llego el otro chico y le tendió el casco, a regañadientes subió a la moto, se puso el casco y partieron hacia el aeropuerto.

Felizmente llegaron a los pocos minutos, bajó de la moto y entró casi corriendo, encontrar a su amigo no fue para nada difícil, Sungmin era el único que usaría ropa rosa en un aeropuerto desabrido, corrió hacia él y pellizcó su trasero a modo de saludo - ¡Minnie! –

Lanzó un gritillo al sentir el pellizco, cuando escuchó la voz quiso esconderse bajo tierra, pero sabía que no podría escapar - ¿Hee? – se gira y nota su cabello terriblemente peinado, mal vestido y nada arreglado, algo demasiado inusual en Heechul - ¿Qué rayos te pasó? ¿Por qué estas así?

- ¿Qué porque estoy así? – bufa y saca el teléfono para mostrarle el mensaje – después de esto, ¿Qué esperabas que hiciera? ¿felicitarte? ¿decirte simplemente adiós y buena suerte? – gruñe y le da un coscorrón ligeramente fuerte – eso no se hace, ni siquiera a los enemigos

- Lo siento Heemin – hace un puchero intentando no llorar – es solo que tuve que cambiar de horario de vuelo... y de destino también – susurra –

No necesitó más para entender que a su amigo le habían vuelto a fallar y a lastimar – ¡eso es fabuloso! – atrapó los cachetes de su amigo intentando hacerle sonreír – un cambio de ambiente te sentara delicioso

- Hee - lo abraza agradecido por no hacer preguntas – gracias por venir - se muerde la lengua para no llorar y con un intento de sonrisa lo mira - yo también siento que con este viaje podré pensar un poco, quizás hasta me ponga más sexy – bromea imitando a su amigo cuando se ponía coqueto –

- mientras no aumentes más ese trasero tuyo, o los cachetes - ríe y le da una nalgada cariñosa –a este paso te vas a volver mi competencia

- ¿tu competencia? – sonríe más relajado – gracias por venir mi Hee – escucha el llamado de su vuelo y suspira – es hora de irme.

Mira la carita de su amigo y lo abraza – tranquilo Minnie, estoy seguro que este viaje te ayudará a aclarar tu mente – se separa y besa su frente – todas las cosas suceden por algo, saca lo mejor de esta nueva experiencia, y si necesitas algo, solo necesitas mandarme un mensaje y estaré contigo en un suspiro

Asiente agradecido – gracias Hee, nos vemos en una semana – con un último abrazo se separa – te quiero, en serio – sonríe tratando de no llorar y va hacia pre embarque para irse e intentar descansar –

Otra vez no...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora