Otra vez no...

También cambiaste

Habían pasado algunas semanas y seguía sin noticias sobre el paradero de su lobuno amigo, pero no perdía la esperanza, siempre andaba alerta en las calles por si lo veía, lamentablemente hasta ahora no había corrido con esa suerte, como único consuelo se aferró al pequeño llavero dejando salir un suspiro.

- es el décimo – sonríe de lado y pellizca el puchero de su amigo – Minnie, es el décimo suspiro que sueltas en el día –

- ¿Qué? – alza la mirada haciendo un nuevo puchero – Heemin, yo no ando suspirando

- ¿no lo haces? – se recuesta a su lado y mira el cielo – desde que regresaste de ese viaje improvisado has cambiado mucho ¿acaso no lo has notado?

- ¿he cambiado? – lo mira de reojo y saca de su bolsillo el llavero – todo es culpa de este lobo idiota – gruñe – ¿Qué clase de amigo se va sin despedirse? Ni siquiera me dijo su nombre

- ¿es el mismo amigo por el cual ahora vistes mejor? – alza una ceja divertido – ¿el mismo por el que ahora ya no estas acosando tu pobre celular en espera de un mensaje? ¿el mismo porque ahora tienes un lindo tono de cabello? ¿y el mismo porque el que cada vez que cocinas dejas salir una sonrisa? Lo que no entiendo es como no le preguntaste su nombre, ¿y si era un traficante de órganos? Ni siquiera a mí me dijiste de ese chico

- ¡si me dijo su nombre! O eso creo - suspira – ¿en serio he cambiado tanto?

- ¿Aún no lo has notado? Desde que has vuelto de ese viaje te siento más relajado, incluso has madurado en aspectos que nunca creí posible – sonríe enternecido – empezando por tu forma de vestir, ahora usas colores preciosos y ropa de acuerdo a tu cuerpo, ¿recuerdas cuantas veces te supliqué para que uses algo decente? Pero te vas una semana y vuelves así, precioso. También está el punto de que ya no te deprimes cuando ése te hace algún desplante, tus cuadros de ansiedad han disminuido, debo admitir que hasta siento algo de envidia

- Hee tú sabes que no hay nadie como tú en este mundo, y hablando de cambios, tampoco es que tú hayas estado muy quieto que digamos ¿Quién es aquel con quien te escribes tanto? ¿desde cuando tienes tanta confianza con alguien que no sea yo?

- ¿celoso? – bromea divertido – solo es Siwon, siempre me habla preguntando que como estoy o que estoy haciendo – rueda los ojos – puede ser muy cargoso si se lo propone

- ajá, como si no te gustara toda la atención que te da – sonríe – hasta dejaste que entrara a tu habitación, algo que a mí me costó años de amistad

- después de una noche en una horrorosa celda, es obvio que no tenía ganas de pelear, además, cocinó para mi

- a la primera semana de conocerse – sonríe ladino – pasaron una noche juntos – canturrea –

- igual que ese tal lobo y tú – canturrea también – y el hecho de que ese chico te haya respetado estando tan mal, incluso dormiste desnudo

- ¡cállate! – se cubre el rostro completamente avergonzado – nunca más, lo prometo –

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- Hyung ¿puedes dejar el teléfono y escucharme? – Kyuhyun intentaba hablar con su amigo pero éste estaba más concentrado en responder un mensaje que en hacerle caso –

- Lo siento Kyu, es que Heemin me respondió el mensaje – termina de contestar y luego mira fijamente a Kyuhyun – bueno, ahora estoy atento.

- ya no quiero nada – se enfurruña y se echa en la cama – sigue hablando con tu gatito ese e ignórame

- vamos Kyu, no te enfades – le lanza una almohada – me estabas contando de tu conejito, ¿Qué pasó? ¿ya lo buscaste?

- ¡no! Justo eso te decía – se endereza - lo extraño muchísimo, pero contrario a lo que pensé, cada día siento que me gusta más – se frota el rostro frustrado – él tiene novio, sé que lo ama por todo lo que vi, pero no es feliz, ése tipo nunca lo hizo feliz, y aun así lo ama

- entonces, prefieres dejarlo solo en esa relación toxica y huir como cobarde – frunce el ceño – te estas comportando de una forma muy tonta e inmadura ¿lo sabías?

- ¿y qué hago? Si me acerco más a él terminaré irremediablemente enamorado, yo lo sé. Prefiero que mi conejito tenga un buen recuerdo de mi a que vea lo posesivo y egoísta que puedo ser, porque lo sería, odiaría compartirlo con alguien que no lo valora - gruñe - es más, ya odio a ese imbécil

- en cambio estas siendo cobarde, bien hecho Cho Kyuhyun

- cállate, solo porque tu dizque ángel te responde los mensajes no te puedes burlar de mi

- no lo hago, y si es un ángel, el ángel más bello y dulce del mundo, si tan solo lo conocieras - suspira –

- estoy seguro que ni se acerca a la belleza de mi conejito – bufa y saca el llaverito – él hasta cuando lloraba se veía precioso ¡ah! ¡necesito verlo!

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Era la tercera vez que revisaba su teléfono, Sungmin no creía lo que veía, era la primera vez desde que Kangin se había ido que le enviaba un mensaje por decisión propia, no podía creerlo, incluso se sentía extraño, justo cuando pensaba en una respuesta lo suficientemente buena empezó a sonar su teléfono, era un número desconocido y solo se le ocurría alguien de quien no tenía su número agregado - ¡lobo!