Llévame y escúchame

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- Lobito - mira a su amigo caminar como si nada entre tanta gente - ¡espérame! Me duele todo no puedo caminar – se deja caer en el primer lugar que encuentra –

Se gira y mira a su amigo sentado en el piso, divertido se acerca y se inclina para hablar con él - ¿Qué sucede conejito?

- y preguntas – le gruñe y hace un puchero – me duele todo el cuerpo, apenas tengo voz de tanto gritar y estoy muy cansado

- pero aún faltan algunos juegos, vamos Minnie, levanta – toma su mano y lo jala un poco - aún tienes voz y eso significa que aún no has jugado lo suficiente

- pero lobo – lo mira fijamente y hace el mejor puchero de su repertorio –

Se muerde el labio enternecido – bueno si terminamos de jugar prometo que te cargaré de vuelta a casa - intenta negociar

- no vas a rendirte ¿cierto? – sonríe y asiente – entonces me tienes que cargar hasta que me deje de doler – le saca la lengua y se levanta con ayuda del menor – entonces ¿cuantos juegos dijiste que faltaba?

- poquito – sonríe y se lo lleva de la mano para asegurarse de que el otro no escape –

Después de algunas horas Sungmin se sentía realmente cansado, con ayuda del menor bajó del último juego y se aferró a su brazo – eso fue aterrador ¿a quién se le ocurre combinar una casa del terror con una montaña rusa?

- pero fue divertido, acéptalo – sonríe y se lo lleva hasta una zona más vacía – siéntate un rato y descansa – se sienta junto a él y le ofrece una botellita con agua

- gracias - toma un poco de agua sintiendo su garganta recuperarse – fue divertido. Gracias lobito

- sabía que te gustaría – sonríe encantado – ahora vamos a casa, seguro que quieres descansar

Sungmin asiente, pero al intentar levantarse siente sus piernas flaquear – Lobo mis piernas no me responden

- ¿Cómo qué no? – se acerca a él e intenta jalarlo para ayudarle a pararse haciendo que el mayor caiga encima suyo –

- lo siento, en serio lo siento – intenta sentarse cayendo al piso –

- tranquilo conejo, no necesitas disculparte

Frunce el ceño y le da un golpe en el brazo – ¡claro que no tengo que disculparme, es tu culpa, tú me obligaste a subir a esos tontos juegos!

- conejito, no te estreses – se pone de cuclillas frente a él – vamos, te llevare a tu habitación

- en tu espalda, en serio – frunce el ceño, pero por molestar se trepa a su espalda y se aferra a él – no puedes retractarte hasta que esté en mi cama

- qué bueno que no pesas tanto – bromea ganándose otro golpe en el proceso, se asegura de sujetar bien a su amigo y camina en dirección a su hotel tarareando una canción –

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- Hyung, ¿estás bien? – mira a Heechul que no dejaba de caminar en círculos –

- ¿Cómo voy a estar bien? Estamos encerrados y ni siquiera nos dejan hacer una sola llamada – gruñe – no debiste golpearlo, si estuvieras libre podrás sacarme de aquí - cansado de dar vueltas se sienta y suspira frustrado –

- lo siento - se quita el saco y lo pone sobre los hombros del mayor para abrigarlo – es solo que perdí el control cuando vi que te estaba zarandeando

- no te disculpes – se deja abrigar y recuesta la cabeza sobre su hombro – sé que no debí reaccionar así, pero, realmente odio las injusticias, odio a los corruptos, solo porque vieron que tenías un bonito auto quisieron aprovecharse de ti, no es justo

- lo sé Hyung- suspira y pasa el brazo por sus hombros – no te preocupes, en cualquier momento llegará alguien a rescatarnos, estoy seguro

- ojalá - alza un poco el rostro y besa su mejilla – gracias por defenderme, aunque no te lo haya pedido – bromea – supongo que no nos queda de otra que esperar con paciencia – después de un rato en silencio bufa y alza la cabeza – pero no te quedes callado, es desesperante –

- lo siento Hyung – se muerde el labio divertido por el carácter de Heechul – entonces hablemos, cuéntame de ti

- ¿de mí? – alza una ceja y sonríe – pues prepárate, estas a punto de escuchar a la estrella mas brillante del universo contarte personalmente su historia – se acomoda en su asiento y empieza a hablar, le cuenta la historia desde sus primeros años, a veces riendo en medio de sus recuerdos o en otras haciendo ademanes para explicar mejor la situación, habló hasta que se cansó y se quedó sin saliva. Puesto que Siwon no había interrumpido su relato ni una sola vez, creyó que éste se había dormido – maldito caballo – gruñe

Siwon había escuchado atento cada palabra del mayor, le gustaba mucho la forma tan apasionante en que contaba las cosas, como si las estuviera volviendo a vivir, era tan apasionante escucharlo que no se atrevía ni a respirar fuerte para no interrumpirlo, por eso, cuando escucha la ofensa se queda sorprendido – ¿qué pasó Hyung?

- como que ¿Qué paso? Me dijiste que te contara mi historia y no me estas escuchando - frunce el ceño molesto – no me gusta que no me escuchen

- pero si lo hago, es solo que me gustó demasiado como estabas contando todo que no me atrevía a interrumpirte – se endereza un poco y pasa el brazo por sus hombros para acomodarse mejor – entonces, dices que en tu último año de colegio fue cuando más intentaron acercarse a ti los chicos

- en serio me escuchabas. – lo mira sorprendido por la atención que recibía – ¿no estas aburrido? Porque si lo estuvieras no me enojaría

- ¡para nada! Eres muy interesante, me gusta mucho como cuentas todo

- Siwon - mira al menor sintiendo una inmensa ternura, inconscientemente se alza un poco y besa su mejilla – entonces ahora no te puedes quejar – sonríe y retoma su historia con una enorme sonrisa pegada en el rostro – entonces tenía quince años, sabía que era lindo, todos me lo decían siempre, pero cuando se me declararon por primera vez, no negaré que me quedé sorprendido, fue tanta la sorpresa que en lugar de responder, me puse a reír creyendo que era una broma – se ríe al recordar la escena – hubieras visto la cara del chico ¿y sabes que es lo mejor? Que ni siquiera fue él quien se me declaró ¡sino que mando a su amiga para que ella lo haga! Y luego se enojan porque creo que es una broma – bufa –

Otra vez no...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora