Capítulo 5

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Ya era Lunes. No habían pasado muchos días desde su llegada a Corea. Tampoco hizo muchas cosas. Chanyeol se encargó de hacer que ella conozca la ciudad. Le explicó como llegar a la agencia y por último la llevo a la casa de la familia Oh.

Una casa grande blanca por fuera, con tres autos aparcados en la entrada. Sería un buen lugar para colocor cámaras de vigilancia.

-Vale, Vale, Vale - susurraba Chanyeol tratando de despertar a su ahora, hermana. Cosa que no tuvo éxito. Valeria es de sueño pesado.

Caminó hasta el baño y regresó con un balde de agua que sacó de la regadera. Uhg, no sería un gran despertar el día de hoy.

La llamó por última vez. Como ella siguió durmiendo; ya saben como terminó.

-¡Maldito gigante de grandes orejas! - espetó ahora empapada Valeria.

-¡Ouch! - dijo él fingiendo dolor. - Levántate que hoy gracias a tí, llegaremos tarde. - dijo antes de salir de la habitación.

De mala gana Valeria se puso de pie. ¿No era suficiente con golpearla?, ¿Tenía que lanzarle agua?, ¿Enserio?. Cerró la puerta de mala gana, se miró al espejo. ¡Wao! gritó al ver su reflejo. Se acercó más al espejo y seguía sin creerlo, las ojeras, bolsas o cualquier rastro de cansancio habían desaparecido. Una noche las tenía y luego ¡Bam!, habían desaparecido por arte de mágia.

Luego de veinte minutos en la ducha, al fin salió. Se dirigió a su armario y buscó algo abrigador para ponerse. Era otoño según lo que Chanyeol le había comentado ayer, asi que, ella suponía que correría mucho viento. Buscó entre sus cosas un jean blanco con pequeñas piedritas brillantes en los bolsillos, una polera negra grande con un bolsillo grande delante con el dibujo de Adidas en el, su polera favorita. Buscó sus zapatillas con plataforma negras con puas en la parte de atrás. ¡Y listo!. Un gran atuendo para su primer día de clases. Volvió al baño y se maquilló levemente. Se rizó las pestañas y las pintó con rimel negro. Se pasó el delineador de ojos en la parte superior su pápado y un poco de gloss en los lábios. Por último su toque, un poco de perfume olor a vainilla característico de ella.

-Linda, tomaremos desayuno en la cafetería, ¿si? - preguntó Chanyeol cuando la vió bajar.

-Seguro. ¿Has visto mi mochila? - preguntó colocándose el abrigo negro.

-¿Esa mochila? - señaló él una mochila negra con blanco, que estaba sobre la mesita de centro. Ella volteó y sonrió.

-Esa misma - contestó ella mientras que la tomaba.

-Estás muy bonita. Si no fueses mi hermana, hace un momento te estaría comiendo a besos. - dijo Chanyeol sonriendo.

-No somos hermanos. - musitó ella para provocarlo. ChanYeol sonrió aún más, había captado lo que Valeria se proponía.

-Nos vamos querida hermana.

Ambos estaban en el auto de él cantando y sonriendo. La escena no era la mejor pero, sin duda, quedaría marcada en la memoria de ellos. No todos los días se puede ver que Valeria disfruta de algo normal, por así decirlo.

-¿Chanyeol? - preguntó Valeria mirando por la ventana.

-¿Uh? - Chanyeol respondió.

-Estaba pensando que sería bueno colocar cámaras en la residencia de los Oh. Es que así podríamos saber exactamente donde estás, ¿no crees? - preguntó Valeria mirándolo fijamente.

-Hm, si, creo que funcionaría. Mañana, luego de la universidad, podemos pasar a la empresa y pedir las cámaras. - contestó Chanyeol sonriéndo.

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