Capítulo 22

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Capítulo 22:

Mini Maratón [1/?]

-Intentemos algo nuevo. – susurra con sensualidad. Valeria mantenía la vista fija en cada uno de sus movimientos. Estaba un tanto nerviosa. Bien, ya había dormido con alguien más, pero esto era completamente diferente a lo que pensaba. Nunca en su vida se había sentido tan atraída por un compañero de trabajo. Nunca en su vida había mezclado la atracción con el trabajo. Pero, había llegado Chanyeol y todo lo que había construido… se derrumbó.

Chanyeol se abalanzó sobre ella y antes de que se diera cuenta, le sujetó las dos muñecas con una mano, se las levantó por encima de la cabeza y la inmovilizó contra el sillón con la cadera. Valeria empezó a jadear.

Demonios, estaba muy nerviosa. Chanyeol la había dejado sin aire.

Con la otra mano la agarró del cabello, tiró hacia él y pegó sus labios con los de ella. Le tomó de improvisto. Gimió, lo que le permitió a él ingresar su lengua y empezó a recorrer la boca con experta pericia. Nunca la habían besado así, era sorprendente para ella. ¿Tanto la deseaba?

Su lengua acariciaba la de él y se unió a ella en una lenta y erótica danza de roces y sensaciones, de sacudidas y empujones. Valeria sintió una erección contra su vientre, eso hizo que su raciocinio se desplomara en el suelo. Sentía lo mismo que él. Desde que lo vio, se sintió atraída por él. Por ese lado misterioso que ese hombre poseía. Aunque, nunca pensó que llegarían hasta este extremo, claro.

De pronto todo el aire se volvió completamente diferente. Esa calentura empezó a sentirse por todos lados. Chanyeol dejaba un camino de besos desde sus labios hasta terminar por el escote de la blusa de ella. Valeria sentía que se derretía. Cada beso que dejaba la hacía temblar y querer tocarlo. Pero, Chanyeol tenía mucha más fuerza que ella, y como se encontraban en ese momento, era completamente sorprendente.

-Chan… yeol… - dijo su nombre en un suspiro. Él dejó de besarla y la miró. Esos ojos marrones que ahora tenían un brillo de lujuria, sonrió de lado.

-¿La tuya o la mía? – preguntóél con una sonrisa lasciva.

-La tuya... – contestó ella.  

Chanyeol se pone de pie y estira su mano con la palma hacia arriba. La mirada de Valeria va, desde la palma hacia los ojos de su compañero. Es como si le diese a elegir. Tomar la mano significaría que quiere acostarse con él. Y no tomarla es rechazarlo. Estaba nerviosa, enserio que estaba nerviosa. No había tenido sexo con alguien desde hace dos años. No es que haya tenido una mala experiencia, pero, lo quería mucho. Josh era el hombre que siempre estaba ahí para ella. Confundieron sus sentimientos y terminaron teniendo relaciones. Pero, eso hizo que se dieran cuenta de que no sentían que se amaran de esa forma. Era un amor de hermanos.

Pero ahora estaba Chanyeol. Extendiéndole su mano, esperando que la tomara y subieran a su habitación. La habitación le daba vueltas, aunque ella sabía que era su cabeza.

-No te obligaré a nada. – susurró Chanyeol con una sonrisa tranquilizadora. Lo miró por última vez antes de coger su mano. Había aceptado. Solo esperaba no arrepentirse.

Llegaron a la habitación de él. Ahora que lo pensaba, nunca había entrado a ese lugar. Paredes azules con ribetes blancos. Una gran cama con sábanas negras.

Empezó a mirar a su alrededor. Tenía muchas cosas que le llamaban la atención. Se hallaba mirando todo con cautela, se sorprendía que Chanyeol leyera tantos libros como ella. Era el tercer hombre que conocía que leyera libros. Primero su abuelo, segundo Josh y por último, Chanyeol. Volteó su mirada y lo vio parado mirándola cauteloso.

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