Capítulo 8

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Maratón Sorpresa (1/?)

-No gracias Sehun. - dijo seria.

Por más que ella se quisiera acercar a él, tenía que esperar. Era muy pronto y su pequeña hermana era la primera en su lista.

Sehun la miró entrecerrando los ojos, ¿acaso ella le había rechazado?. Sehun la miró intimidante. No todos los días el se portaba un tanto, gentíl. Caminó hasta Valeria sin dejarla de mirar. Valeria ya estaba preparándose para atacarlo si es que él le hacía algo. Desde que se mudó a Corea, ella se había vuelto paranoíca.

-¿Dijiste que no? - le preguntó Sehun cuando llegó hasta su altura.

-¿Eres sordo? - preguntó Valeria mirándolo fijamente.

Por un momento se perdió en ellos. Color miel, brillantes, con algo especial en ellos. Se dió cuenta de que estaba pensando mucho en ellos, cerro los ojos y los volvió a abrir. Sehun seguía mirándola.

-Te dije que no. Gracias pero no. - dijo dándose vuelta.

Llegó a la puerta del edificio y suspiró. Un gran y fuerte suspiro que estaba guardando desde hace unos minutos. ¿Debí aceptar?. Si, ella empezaba a arrepentirse. Supuso que si él le había invitado a tomar algo, es porque el guardaba segundas intenciones. Ella y sus supociones.

Caminó hasta una cafetería cerca. Bueno, la primera que vió desde que empezó a caminar. Entró y se acercó a la caja a ver que ofrecían.

¿Bubble tea?, miró que en la gran pizarra había escrito eso. ¿Qué demonios era un bubble tea?. Tomó su celular. Sabía que el tonto sabría que era eso.

-Oye, una pregunta. ¿Qué es bubble tea? - preguntó mientras miraba el suelo.

-Leche, té y bolitas de tapioca. - respondió la otra línea.

-Oh. Y ¿sabe bien? - preguntó curiosa.

-Si. Pero, ¿Por qué?.

-Porque quiero tomar, así que no preguntes más Chanyeol. Me tengo que ir, ya es mi turno.

Era obvio que Chanyeol iba a saber sobre las cosas raras que vendían en Corea.

Después de que recibió su pedido: Bubble tea de vainilla, se fue a buscar un lugar en donde sentarse. No había ninguno. Claro, a las 20 hrs todo iba a estar repleto de personas. Decidió ir a su casa.

Por otro lado estaba el confundido Sehun. ¿Qué chica lo rechazaba?. Bueno, no era una gran propuesta. Solo era tomar algo y hablar.

LuHan le había metido tantas cosas en la cabeza sobre ella. De que era la versión femenina de él, de que era fría y tajante. Que no hablaba mucho. Todo eso le tenía rondando la cabeza. La invitación era solo para comprobar si todas las estupideces que le dijo su amigo era real. Si, no habían segundas intenciones. No la besaría, no la enamoraría, no se la llevaría a un hotel y luego la dejaría. Y eso por primera vez en su vida, no se le había pasado por la cabeza. Era más que extraño que no haya pensando en eso.

Sehun era el tipo de chico que no puede estar tranquilo con una sola cosa. Nunca sabrías en lo que piensa, en lo que quiere, ya que su rostro no muestra ningún estado de ánimo.

-¿Puedo unirme a ustedes esta noche?

Había decidio llamar a su mejor amigo. Estaba más que aburrido en la empresa de su mamá. Ella lo obligaba a trabajar como modelo, asistente. En pocas palabras, su madre no lo tenía de ocioso.

-Seguro. ¿No estás ocupado? - preguntó Kai.

-Estaba, bueno lo estoy, pero no tengo ganas. ¿Pasas por mi? - le respondió desganado.

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