Capítulo 19

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El sonido de los latidos del corazón a través de una máquina, el ruido de las sillas de ruedas, de las camillas en movimiento, de las voces que se perdían en el aire, el ruido del exterior, el olor a alcohol, hacía que notaras que estabas en un hospital.

Una masa sobre la cama, te hacía entender que había alguien sobre ella. Alguien que se encontraba muy pálido, casi de un color tenue. Apenas podías escuchar su respiración… esa respiración que necesitaba ayuda de una mascarilla con oxígeno. No estaba tan mal. No estaba mal. Pero, ¿A quien tratamos de engañar? La bala había rasgado parte del hígado, pero por suerte, nada grave. Por suerte. Había perdido mucha sangre y por esa razón llegó inconciente al hospital. Según el doctor, todo iba a estar mejor, una vez que se despierte. Pero… ya habían pasado dos días, y ella no despertaba. ¿Nos empezamos a preocupar?

Chanyeol iba todos los días, se quedaba por horas y horas, viendo a su compañera postrada en una sucia cama de hospital, mientras se culpaba de todo lo que le estaba sucediendo. ¿Podrían bajarle de puesto? No quería regresar a guardaespaldas, era muy feo ese trabajo.

Se preguntarán sobre la familia Oh. Pues… pues… no hay palabras para describir sus sentimientos, todo sucedió tan rápido que Sehun terminó igual que Valeria, en un hospital. Pero nada grave, solo estrés. Solo que él salió mucho antes, para el velorio y entierro de su hermana.

Ahora que lo pensamos…“Soñé que Han ah desaparecía de nuestras vidas” Eso era lo que la pequeña Gaeul le había dicho a Sehun. Le contó su sueño, y ¿No dicen que los sueños se hacen realidad? ¿También las pesadillas?  

Luhan junto con Kai y con Kris, visitaban constantemente a Valeria. Hablaban, a veces Luhan le cantaba. Kris le contaba chistes, esperanzado de que se despierte y se rían, pero, no fue así… seguía sin moverse, sin abrir los ojos, sin hablar. Solo ahí. Sin vida.

-Hoy debería de ir a descansar a casa. – le dijo la enfermera a Chanyeol. Este, levantó el rostro, le sonrió y siguió mirando a su compañera.

-¿No tiene hambre? Mi turno ya terminó, si desea puedo invitarle ramen. – expresó nuevamente.

-No, gracias. No me iré a ningún lugar. – le respondió cortésmente. Claro, si a eso se le dice ser cortés.

La enfermera salió y suspiró profundamente. ¿Tan difícil era entender un “no” por respuesta?

-Siento que cada minuto que pasa, las esperanzas mueren, Vale. Dime, ¿volverás? – preguntó aún sabiendo que no le respondería. – Sehun no ha venido a visitarte, pero, por lo que me dijo Luhan, está mejor. Ha viajado, está en Londres junto con Gaeul. Se ha peleado con su madre y su padre. No estuvieron presentes ni en el velorio ni el entierro. – comentó acariciando la ahora áspera mano de ella. – Necesito que te despiertes, no soporte verte así. Estás perdiendo tu color, su aroma, tu dulzura. Te estoy perdiendo. ¿Debo desistir? ¿Hacer lo que el doctor me dijo? Si no despiertas, ¿Quién se encargará de la misión? Solo no puedo, te mesecito…

-Chanyeol, ¿nuevamente aquí? Creí haberte dicho que era mi turno. –murmuró Baekhyun serio. Chanyeol volteó y le regaló una media sonrisa.

-Déjame quedarme, solo por esta vez. – le dijo mientras se ponía de pie.

-Es muy importante para ti, ¿verdad? – le preguntó Baekhyun palmando la espalda de su amigo.

-Mucho, ella llegó en el momento preciso. Necesitaba un cambio en mi vida, y ella fue el milagro que me hizo salir de mi rutina. – le contestó sonriendo.

-Me alegra que ahora, no seas el mudo del que todos hablábamos. – lo dijo en tono de broma.

-Lo sé. Me iré a buscar algo para comer. No como desde anoche que trajeron kimchi. – dijo sonriendo.

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