Capítulo 32 - 33

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Justo como lo recordaba, el dichoso cuaderno que le había costado la vida a Sehun; estaba en su bolso. El bolso que había dejado en la mochila del auto. Pudo respirar con tranquilidad. Creyó que los tarados robarían el auto para buscar el cuaderno dentro de el. Pero se equivocó, no eran más que unos principiantes.

"-¿Tienes la libreta? - le preguntó Chanyeol por mensaje.

-Es un cuaderno. Y si, lo tengo, ve a la casa de Sehun a recogerlo.

-Escuché en las noticias que tuvieron un accidente. Y que él está herido.

-Una bala en el estómago. Nada malo. Se mejorará.

-¿Cómo estás tu?

-Preocupada por lo que vaya a pasar más adelante. Estos chicos portan pistolas y se llevaron la mía.

-Tu abuelo no ha descubierto para quienes trabajan. Pero saben que es un grupo de seis chicos y que son nuevos en esto.

-¿Crees que los conozcamos?

-Quizás si. No lo sé, no conozco a muchas personas y lo sabes.

-Si. Bueno, no te demores, necesito quedarme con Gaeul. Iré a comer algo.

-Nos vemos luego.

No entendía porque se sentía ansiosa. Quería quedarse con él en el hospital, respirar su aroma cada vez que lo abrazara o el simple hecho de estar a su lado. Solo quería eso. Estar a su lado y saber que estaría bien y que no irán los chicos a matarlo en el hospital.

Demonios. Lo que ellos querían era deshacerse de él. ¿Y si lo hacían?

Tomó su celular rápidamente y marcó al número de Luhan. Necesitaba que él la ayudara. No podría dormir tranquila sabiendo que los tipos aún estaban sueltos... necesitaba saber como se habían enterado de que tenía el cuaderno, donde iba a estar y con quien.

Sonó... sonó y sonó.

-Hey, Valery, dime. - contestó Luhan con sorpresa.

-¿Dónde estás?

-Aún estoy en el hospital. ¿Por qué?

-¿Puedes quedarte tu cuidando a Gaeul?

-¿Quieres quedarte con Sehun?

-Quiero hablar con él.

-Bien... no te tardes. Ya estoy saliendo.

***

-¿Qué haces aquí Valery? - preguntó sorprendido.

La miró con los ojos realmente abiertos, su respiración entrecortada. Aunque no sabía porque la tenía así... sentía que perdía el aire de sus pulmones con solo verla.

Tenía el rostro neutro, pero sus ojos tenían un brillo diferente. Uno que él nunca antes había visto en ella. Le gustó. Le gustó mucho ese brillo llamativo.

-¿No puedo venir a verte? - preguntó encogiéndose de hombros.

-No, no es eso. Me dijiste que te quedarías con Gaeul.

Oh no... ¿Y ahora? Ella estaba muy preocupada por él, pero nunca se lo diría. ¡Nunca, nunca y nunca! No dejaría que él supiera eso.

-Se que los chicos vendrán a vengarse. Aún buscan ese cuaderno.

-¿Así que solo estás aquí por eso?

-Si. ¿Por qué otra cosa estaría aquí?

Le dolió. Le dolió el pecho cuando ella dijo eso. Quería que al menos, le dijera que le interesaba su salud, su bienestar. Pero, sabía que ella no era igual que las demás chicas. Ella nunca lo diría.

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